Los trabajadores de Cerámica Zanon de Neuquén están siendo hostigados por una patota que los días 2 y 3 de octubre atacaron la fábrica que se encuentra bajo gestión obrera, lesionando a 5 obreros y a un periodista de TELAM a la vez que amenazaban a otros dos. Ante el repudio masivo de la comunidad neuquina, del periodismo, de las organizaciones de derechos humanos, estudiantiles, de desocupados y gremiales (llegándose incluso a convocar un paro provincial de la CTA), retrocedieron en su accionar, pero preparan nuevas agresiones. La banda, compuesta por ex directivos del sindicato ceramista y barras bravas de un club local, ha demostrado estar bien financiados y contar con total impunidad, propia de un grupo paraestatal. Su accionar se desplegó en el momento en que el juez Páez Castañeda (juzgado nacional en lo comercial 18) envió una nueva orden de desalojo de la planta, para que lo instrumente la justicia neuquina.
Esta banda, que se pone al servicio de una patronal que ha sido condenada por lock-out ofensivo, alega que se le "debe entregar la planta a los empresarios cueste lo que cueste", siendo que las anteriores órdenes de desalojo han sido rechazadas por la justicia provincial por ser violatorias del orden público local.
Cuando se han acrecentado las agresiones a integrantes de organismos de derechos humanos y organizaciones sociales en el país, en la provincia de Neuquén se está iniciando una nueva práctica de represión con grupos de choque contra los trabajadores en lucha, retomando una nefasta tradición de los sectores dominantes de nuestro país.
Los abajo firmantes exigimos el efectivo respeto de los derechos humanos; reclamamos el retiro de toda orden judicial que pueda implicar un desalojo violento de la fábrica, y el cese de toda agresión e intento represivo que atente contra la justa lucha de los obreros de Zanon y el Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén.