Lo resolvimos ante los graves hechos que se sucedieron en el día de ayer, donde la empresa primero nos encerró dentro del cuarto de servicio médico para impedirnos el contacto con nuestros compañeros y fuimos recibidos por una fábrica completamente militarizada con un operativo digno de la dictadura militar.

Mil quinientos uniformados rodearon ayer a los despedidos para que no puedan hablar con los compañeros que ingresaban, mientras los micros del personal fueron custodiados por motos con policías mostrando escopetas y fue el propio secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quien estuvo en la planta al frente del insólito operativo policial, mientras los funcionarios del Ministerio de Trabajo se negaron a concurrir a dar cumplimiento con las órdenes de la justicia que favorecen a los delegados.

Fue la infantería de la Policía Bonaerense quien nos impidió circular en el interior de la propia Planta, y solo se nos permitió ingresar al sector de producción luego de las 10 a. m., pero rodeados por unos quince agentes de seguridad privada de la empresa (que por inciso 1 del artículo 14 de la ley 12.297 tienen prohibido intervenir en conflictos laborales y sindicales) y miembros de la gerencia de Lear, que permitieron que una patota de la Verde oficialista del SMATA abandonara sus puestos de trabajo para hostigarnos y amenazarnos.

Nuestro cuarto gremial fue totalmente desmantelado, violentamente destrozado por la empresa, que sacó la puerta y las ventanas del cuarto y se llevó todos los elementos pertenecientes a la función gremial de la Comisión Interna en nuestra ausencia. A lo que debemos sumar que el domingo un auto desconocido se paró frente a la carpa y disparó tiros de arma de fuego al aire en un repudiable mensaje mafioso.

Todo esto realizado al retomar las tareas luego de casi quince días de estar cerrada la fábrica, con el temor al desempleo que ello conlleva en el conjunto de los trabajadores, buscándose aterrorizar a los compañeros y pretender destituirnos de manera ilegítima de nuestros cargos de delegados gremiales en una inocultable connivencia entre la empresa y el SMATA.

Si el SMATA “honestamente” quisiera saber cuál es la “voluntad” de los trabajadores de Lear y preservar la fuente de trabajo de todos, no debería realizar una “asamblea” en semejantes condiciones, pero su intención es barrer con toda organización gremial interna de los trabajadores de Lear y con las conquistas laborales que hemos logrado en estos últimos años, al negarnos a firmar los acuerdos a la baja que pretendía firmar el SMATA con la empresa.

Desde la Comisión Interna no vamos a ser parte de esta farsa, por lo que no participaremos de la supuesta “asamblea” de Pignanelli, ya que no se encuentran dadas las mínimas condiciones democráticas para que los trabajadores podamos decidir libremente, sin temores y con verdadera libertad, sumado a todas las irregularidades que ya venimos denunciando y por las que ya hemos impugnado esta nueva convocatoria que se realiza en violación de la medida judicial que le ordena al SMATA “no innovar” en la condición de delegados de los integrantes de la Comisión Interna.

No vamos a permitir que la Verde siga exponiendo a los compañeros a situaciones de violencia. Con la fuente de trabajo no se juega, ni con la de “los de afuera” ni con la de “los de adentro”, y por eso no vamos a permitir que el capricho de un burócrata sindical y un pequeño grupo que lo sigue en la planta, que no respeta la voluntad de los trabajadores de Lear, exponga a todos de manera irresponsable a represalias patronales.

Seguimos luchando por los derechos de todos los trabajadores, empezando por los sesenta y seis puestos de trabajo de las familias que siguen peleando por la reincorporación y el sustento de sus familias. En una nueva asamblea definiremos las próximas medidas de lucha

Comisión Interna de Lear

20/08/2014