Al cierre de esta edición se estaban produciendo en varias ciudades de todo el Estado español importantes movilizaciones de jóvenes en solidaridad con los estudiantes valencianos que fueron duramente reprimidos el 16 de febrero tras semanas de lucha contra el intento de grandes recortes en la educación del gobierno valenciano. De manera espontánea, por medio de convocatorias en las redes sociales, miles de jóvenes inundaban las calles, coincidiendo con masivas manifestaciones en Valencia demandando la dimisión de la Delegada del Gobierno.

En Madrid se copó la puerta del Sol, se marchó hacia la sede nacional del Partido Popular, en la Calle Génova. En Barcelona también se escogió la Plaza que fuera el epicentro del 15M de la ciudad, Plaza Catalunya. Se bajó por las Ramblas, la Plaza San Jaume y la Jefatura Superior de la Policía Nacional. Allí los jóvenes increparon a los Mossos que custodiaban la comisaría. Finalmente se concluyó en la Bolsa donde se arrojaron bolsas de basura y huevos a la fachada. En Zaragoza la manifestación partió de la Universidad, convocada por diferentes colectivos estudiantiles, y se marchó sobre la sede del PP en la Gran Vía y la Delegación del Gobierno. Así en decenas de ciudades.

Unas imágenes que recuerdan mucho a las de mayo. La “indignación” de la juventud ha vuelto, o mejor dicho nunca se marchó. En las próximas semanas están previstas nuevas y mayores protestas, como la huelga estudiantil del 29F cuya convocatoria se ha extendido a todo el Estado. La que ya se conoce como “primavera valenciana” puede volver a abrir una “primavera” de la juventud y los trabajadores en todo el Estado español.

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