Hace más de cuarenta días que la Fragata Libertad está amarrada en Ghana por un embargo de los fondos buitres. Están a la pesca de activos argentinos en todo el mundo para cobrarse unos títulos que compraron a centavos.

Las pujas internas al interior del gabinete nacional saltaron a la vista. Dos altos funcionarios fueron expulsados y pasó a retiro el anterior jefe de la fuerza naval. Este miércoles el canciller Héctor Timerman presentó ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar de Hamburgo una medida cautelar para exigir la devolución inmediata de la Fragata. Mientras el gobierno apunta a presentar el aún incierto regreso de la Fragata como un acto de soberanía, el canciller puso el asunto en mano de los tribunales imperialistas.

Para el capital imperialista no hay cepo

En Nueva York el juez Thomas Griesa dictaminó a favor de los fondos buitres que no entraron a los dos canjes de deuda que hicieron los Kirchner. El fallo implica el uso del criterio “pari passu”: que sean tratados como los que sí entraron al canje. A pesar que Cristina los “maltrata” por cadena nacional, más del 90% de los especuladores aceptó el canje porque el gobierno “nacional y popular” les ofrendó ganancias de 200 o 300%. Rara soberanía la de un gobierno que tiene que rendir cuentas en los tribunales del imperialismo yanky y ser defendido por el estudio “Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton”. Pero no es raro. Pese a los discursos, los títulos públicos argentinos se pagan a través de la intermediación del Bank of New York Mellon, que es quien finalmente abona a los bonistas. Como recuerda ˜ámbito Financiero (14/11): “el cobro en Nueva York y Europa (Bélgica) es una imposición de los mercados internacionales”. Lo que mantiene activa a la defensa argentina en los tribunales neoyorquinos no es limpiar la moral nacional ante la acusación de los buitres, sino atender puntualmente el pago de la deuda. Es que faltan pocos días para el 2 de diciembre, día que el país tendría que pagar 42 millones de dólares por el bono Global 2017. Más tarde, el 15 de diciembre el gobierno deberá pagar 3.300 millones de dólares por el cupón PBI. El cupón atado al PBI fue un regalo de parte del crecimiento del país que Néstor Kirchner y Roberto Lavagna hicieron a los fondos buitres. Si finalmente corre el fallo de Griesa ese dinero se debería repartir entre todos los buitres, “buenos y malos”, y los buenos podrían volverse malos y considerar que Argentina les hizo un default (no pago) de deuda porque recibirían menos dinero del esperado.

Los amigos del Tesoro de los Estados Unidos

Para asegurar el pago puntual a aquellos especuladores amigos que sí entraron al canje el gobierno hizo una presentación ante la Corte de Apelaciones del Distrito Sur de Manhatan para evitar atender a los buitres malos. Para convencer a Griesa de no atender a los buitres no amigos y que sea posible pagarle a los que sí son amigos, los abogados que defienden a Argentina estarían buscando un “amicus curiae” (una presentación como amigo del tribunal) del Tesoro de EE.UU. a favor de nuestro país. Hasta el propio ˜ámbito Financiero reconoce “El Gobierno tendrá como aliados a tenedores de bonos que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010 y seguramente al Tesoro de Estados Unidos” (14/11).
No es el supuesto progresismo de los demócratas imperialistas lo que podría conducir al Tesoro yanky a dar una “ayudita” al gobierno de CFK. De hecho, el fondo NML que litiga contra Argentina integra la American Task Force Argentina que tiene lazos con el gobierno de Obama y el Partido Demócrata. Esos “inesperados” apoyos se deben a que los buitres que ingresaron en canjes anteriores temen perder los cobros previstos, mientras que el Tesoro de los EE.UU. no quiere que un fallo de este tipo afecte otras reestructuraciones de deuda y la propia confiabilidad de Nueva York como sede de pagos de los rentistas de todo el mundo.

La oposición “patriótica” y la inutilidad de la Unasur

El radical Ernesto Sánz, Federico Pinedo del Pro y Alfonso Prat Gay de la Coalición Cívica propusieron la ridícula solución de empezar a juntar unos pesos entre todos para hacer un fondo “patriótico” que levante el embargo a la Fragata aceptando el chantaje del fondo NML que reclama 20 millones de dólares para liberar la nave. Por su parte, Margarita Stolbizer del GEN exige la presencia de Timerman en la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso para analizar la situación. Mientras tanto la “trinchera” que cavaron los gobiernos de América del Sur contra el imperialismo, la famosa Unasur, no emitió siquiera una mínima declaración.

Para acabar con el saqueo imperialista hay que dejar de pagar la deuda externa y nacionalizar la banca para poner todos los recursos para atender las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre.