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MUJER

Córdoba: un femicida reincidente

El domingo 29, en la provincia de Córdoba, con horror contamos la quinta muerte de una mujer en un mes. Silvina Córdoba de 42 años era asesinada a manos su pareja y sumaba así el noveno femicidio en lo que va del año.

Laura Vilches

3 de julio 2014

El domingo 29, en la provincia de Córdoba, con horror contamos la quinta muerte de una mujer en un mes. Silvina Córdoba de 42 años era asesinada a manos su pareja y sumaba así el noveno femicidio en lo que va del año. Pero el dato que reproducen las crónicas “policiales” de los medios cordobeses cobra dimensión si atendemos a lo que es más brutal aún: el asesino es la segunda vez que mata a una mujer. Lo hizo hace siete años con su anterior pareja, Elsa Susana Cano.

Que actuaba bajo “emoción violenta porque había sido provocado por la víctima”, dijeron los jueces, en ocasión del asesinato de Elsa, justificando al homicida que estaría sólo dos meses preso. Si la justicia existiera, -dice la familia de Elsa, consternada por el crimen de Silvina - esto no hubiera sucedido. Apuntan claramente a una de las instituciones patriarcales. La Justicia que una y otra vez deja correr el machismo, demuestra así su carácter. La misma Justicia que actúa defendiendo al agresor, revictimiza y desconoce las declaraciones de las mujeres agredidas física y psicológicamente. Las estadísticas señalan que en la mayoría de los casos había denuncias previas y reiteradas sobre las agresiones. Estas son realizadas en las comisarías que se mofan de la vulnerabilidad de las mujeres, dejándolas una y otra vez expuestas. Y es la misma policía (ya sean provinciales o federal) que está implicada en todos los negocios ilegales, entre ellos las redes de trata, la que desoye las denuncias.

Cuando hablamos de responsabilidad ante una muerte más, tenemos que decir que los gobiernos son responsables porque no sólo hacen demagogia con los botones antipánico, sino que persiguen duramente a las que luchamos contra la opresión, como a las y los que integramos las bancas del FIT.

El femicidio es el último eslabón de una larga cadena de opresiones y violencias cotidiana que sufrimos las mujeres negándonos el derecho elemental a decidir sobre nuestros propios cuerpos por sus alianzas con la Iglesia; cuando somos víctimas de las redes de trata que regentea la narcopolicía, con el aval de políticos patronales, fiscales y jueces; o cuando tenemos que sobrevivir con salarios más bajos a los de nuestros compañeros varones, superexplotadas y echadas por patronales imperialistas mientras todos los partidos patronales acuerdan con pagarle a los fondos buitre.

Bajo el gobierno kirchnerista, en los últimos cinco años, tenemos que sumar la fatídica cifra de 1236 mujeres muertas, la mayoría en la provincia de Buenos Aires bajo el gobierno de su aliado Scioli. Wanda, Nora, ˜ángeles, Serena… Cada una de ellas, somos todas.

Tenemos que organizarnos en cada lugar de trabajo y de estudio, impulsando comisiones de mujeres que nos sirvan de herramienta para decir basta. Tenemos que luchar contra los despidos y suspensiones que agravarán la situación de miles de mujeres sin posibilidad de independizarse económicamente ante la violencia.

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