Este año el ajuste se viene con todo. Tanto los distintos gobiernos como las patronales están tomando las medidas conducentes para que la inestabilidad financiera y la falta de caja (producto de la crisis capitalista mundial y de que deben afrontar no sólo el pago de la deuda externa imperialista sino también el histórico aumento de sueldo a los represores: los policías) sean solucionadas por la espalda, el esfuerzo, la degradación, la miseria y el bolsillo de los trabajadores y el pueblo pobre.

Si la clase obrera se pregunta por qué aumentan las tarifas de los servicios públicos como el boleto de los colectivos (Transpuntano); por qué cada vez alcanza menos el sueldo en los supermercados y negocios; por qué la Municipalidad de la Ciudad de San Luis, a cargo del kirchnerista Enrique Ponce, dejó afuera a laburantes que prestaban servicios mediante contratos basura que este año no renovó; y por qué las fábricas del parque industrial comienzan a despedir y suspender a los obreros como los 150 despedidos de Cramfsa (Villa Mercedes), la respuesta está en las políticas de los distintos gobiernos y en la libertad de la que gozan las patronales mediante las cuales, ante cada situación de crisis, las medidas de ajuste siempre deben ser soportadas por los sectores oprimidos y explotados de este sistema y sociedad capitalistas. Siempre son los trabajadores y el pueblo pobre los que deben garantizar que los empresarios mantengan sus ganancias y para ello, estos cuentan con las políticas y los beneficios del Estado y los gobiernos.

La situación genera más bronca cuando los cortes de luz son constantes y cada vez más prolongados, cuando se corta el suministro de agua o esta viene color marrón, cuando vemos a los gobiernos malgastar millones de pesos en el Rally Dakar, en el Tour Internacional de Ciclismo y dentro de poco, en el carnaval de Río y cuando nos enteramos que los parlamentarios nacionales se aumentan la dieta un 24% mientras desde el gobierno nacional se pide prudencia a los gremios para las paritarias y desde la UIA (Unión Industrial Argentina) se pretende que estas oscilen entre el 20 y el 25%.

Sin embargo, no todo es color de rosa para los empresarios y sus gobiernos. Los trabajadores comienzan a organizarse y a ponerse a la cabeza de las luchas contra el ajuste por encima de los burócratas de sus sindicatos. Teniendo en cuenta esto, a los trabajadores del municipio capitalino cuyos contratos no fueron renovados, les decimos que los municipales de la localidad de Lavalle (Mendoza), que laburaban en las mismas condiciones con contratos basura, lograron torcerle el brazo al Intendente en una lucha que duró 90 días, pasando todos a planta permanente. A los obreros de Cramfsa (Villa Mercedes), les decimos que los trabajadores de la autopartista "Kromberg y Schubert" y de la textil "Elemento" (Bs. As.) están a la cabeza de la lucha contra los despidos que la patronal llevó a cabo hace pocos días atrás. Compañeros/as, es necesario que el movimiento obrero puntano comience a organizarse para enfrentar la precarización laboral y los ajustes que se vienen de los gobiernos y de las patronales. Que la organización de los trabajadores de Mendoza y Bs. As. nos sirva de ejemplo y de guía.

Desde el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) – San Luis, vamos a apoyar toda lucha que impulsen los/as compañeros/as afectados/as por la desidia patronal. Ponemos la banca del Frente de Izquierda en el Congreso Nacional, encabezada por nuestro compañero Nicolás del Caño (la única que rechazó el aumento en la dieta de los parlamentarios nacionales), al servicio de la lucha que se llegue a emprender, tal como lo hicimos con la lucha de Lavalle, Kromberg y Elemento y tal como lo prometimos con todas las luchas de la clase obrera del país.