Me voy a agarrar de unas palabras que pronunció María Pía, porque es un tema favorito mío, y es la palabra fracaso. […] Cuando se dice las revoluciones han fracasado, evidentemente todo fracasó, más bien habría que poner el acento en si ese fracaso justifica la pérdida del deseo de volver a hacer el esfuerzo puesto que si esas revoluciones fracasaron, todas van a fracasar […]. Entonces la idea es una moral del éxito […]. El fracaso es algo que hay que hacer el mayor esfuerzo posible por olvidar, para poder volver a realimentar ese deseo de, como diría Becket, fracasar cada vez mejor […].

Al revés de lo que piensa Horacio, no es que yo no tengo tolerancia, amo profundamente la paradoja. Una paradoja por ejemplo que señaló Pablo muy bien, es que en un movimiento interesantemente y paradójico como es el peronismo, puede haber un mito de la autenticidad, en esa especie de caldero de producción de paradojas permanentes, de Perlongher y de López Rega, y todo lo demás que se ha nombrado acá. Entonces por supuesto que esto es lo interesante que tiene el peronismo, el problema es […] cuándo esa riqueza de las paradojas se choca con esos mismos límites que acá se señalaban, y que transforman la paradoja en otra cosa que es una contradicción insuperable, de esas que expulsan. La paradoja de que exista este movimiento, donde se puede criticar un montón de cuestiones […] pero ¿cuándo esa posibilidad que forma parte de esa riqueza paradójica se transforma en algo que ya no se puede hacer? Quiero decir, se puede criticar duramente el asesinato de Mariano Ferreyra pero ¿hasta dónde se puede criticar duramente la alianza constitutiva del gobierno con la burocracia? Se puede criticar duramente la masacre de los Qom […] pero ¿hasta dónde se puede criticar duramente la alianza con los Insfrán? […].

Cuando yo decía adentro del kirchnerismo hay un montón de izquierda, que está a la izquierda del kirchnerismo, diferenciando, distinguiendo el gobierno del movimiento que se produce ahí adentro, bueno, esa no es una paradoja constitutiva que tampoco la inventó el kirchnerismo, sino que tiene 65 años por lo menos, y antes.