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Libertades democráticas

El 25% de la Bonaerense con sumarios

Según un informe elaborado por el Ministerio de Seguridad bonaerense, durante los últimos dos años el 25% de los efectivos de la Policía Bonaerense fue sumariado por delitos de diverso orden. Si, leyó bien: 13.619 policías de los 54.000 que componen la Bonaerense tienen sumarios por actos de corrupción, apremios ilegales, acusaciones de homicidio y un sin fin de delitos. Como detalle anexo, el Programa de Atención de Mujeres Víctimas de Violencia sostiene que más del 35% de los casos denunciados comprenden a policías o miembros de las fuerzas de seguridad, responsables de ejercer violencia doméstica. Números concluyentes que demuestran que esta banda de delincuentes con licencia para matar es la principal fuente de inseguridad que amenaza a la población civil.

Miguel Raider

21 de enero 2010

Según un informe elaborado por el Ministerio de Seguridad bonaerense, durante los últimos dos años el 25% de los efectivos de la Policía Bonaerense fue sumariado por delitos de diverso orden. Si, leyó bien: 13.619 policías de los 54.000 que componen la Bonaerense tienen sumarios por actos de corrupción, apremios ilegales, acusaciones de homicidio y un sin fin de delitos. Como detalle anexo, el Programa de Atención de Mujeres Víctimas de Violencia sostiene que más del 35% de los casos denunciados comprenden a policías o miembros de las fuerzas de seguridad, responsables de ejercer violencia doméstica. Números concluyentes que demuestran que esta banda de delincuentes con licencia para matar es la principal fuente de inseguridad que amenaza a la población civil.

Para colmo, después del escándalo desatado por el caso de la familia Pomar, el gobernador Scioli y el ministro de Seguridad Stornelli, se vieron obligados a retroceder en la reformas reaccionarias del Código Contravencional y el Código Procesal Penal, que incrementaban el poder represivo de la policía, y no tuvieron más remedio que salvar la situación denunciando una verdad sobrada a voces: detrás de los asesinatos de Renata Toscano, Sandra Almirón y Ana María Castro, estaría la Bonaerense regenteando el negocio del robo de automóviles mediante el reclutamiento compulsivo de menores. La denuncia puso al desnudo la complicidad con instituciones estatales como la Dirección Sustracción de Automotores, que hace la vista gorda sobre los desarmaderos y el mercado de autopartes robadas, y el Registro de la Propiedad Automotor, donde se entregan los certificados que habilitan la compraventa de vehículos robados para reingresarlos en el mercado legal.

Sin embargo, bajo el espaldarazo de los Kirchner, ni Scioli ni Stornelli se proponen terminar con esta corporación mafiosa. Es más, el mismo día que fue asaltada la Secretaría de DD.HH. de la provincia con la finalidad de secuestrar información vinculada a delitos de la Bonaerense, entre ellos el secuestro y desaparición del jóven Luciano Arruga, tal como denunció su titular Sara Cobacho, Scioli y Stornelli expulsaron a seis abogados de la Auditoría General de Asuntos Internos que investigaban 1.200 sumarios de miembros de la Bonaerense, acusados de delitos graves. “A Stornelli no le interesa investigar”, reconocieron los despedidos (Página12, 11/01).

A pesar de las “purgas” del ex ministro de Seguridad León Arslanián, sumadas a la “cuadruplicación de controles” y expulsión de 2.651 efectivos implementados por Stornelli (La Nación, 10/01), la Bonaerense certifica su naturaleza irreductible de la “maldita policía”.

Por eso resulta completamente reaccionario el acuerdo por una “Seguridad Democrática” firmado por el amplio arco que comprende al “progresismo” y otras organizaciones, incluso la lamentable adhesión de muchos organismos de DD.HH., que suscriben por una represión “proporcional y racional” (Página12, 29/12/09). Formada por los genocidas Camps y Etchecoltatz, e integrada por más de 9.000 efectivos que provienen de la dictadura militar, la Bonaerense es un banda de asesinos irreformable. La lucha por su disolución junto a todas las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia es una tarea de autodefensa ineludible para preservar los intereses de las grandes masas explotadas y oprimidas.

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