Repsol recibiría del empresario Enrique Eskenazi entre 300 y 500 millones de dólares en efectivo por el 25% de las acciones de YPF. A esto el gobierno lo llama “argentinización” de YPF, pero es en realidad una re-privatización. La multinacional española obtendría así el beneficio de recuperar lo poco que invirtió en el país, además de lo que ya recibe del Estado en forma de subsidios y exenciones impositivas. Los bancos que le prestan el dinero al grupo Eskenazi, quedándose como garantía con las acciones de la petrolera, son el Citigroup, Goldman Sach y la Unión de Bancos Suizos: los mismos que provocaron la catástrofe económica de 2001. El grupo Eskenazi creció exponencialmente gracias a que Kirchner le entregó el Banco de Santa Cruz cuando lo privatizó como gobernador, y a su participación como gran constructora en la obra pública, es decir, al amparo del Estado. Había sido la constructora de los edificios de ATC bajo la dictadura. ¿No se parece esto a los negociados que se hicieron en los ’90? Eskenazi es un Macri del presidente.