El martes 14 el Ministerio de Trabajo exhortó a Kraft a devolver los descuentos ilegales que hizo a los trabajadores cuando no pagó los premios, en represalia por el reclamo, que ya lleva tres meses, por categorías para las obreras y mejora en los premios. Pero Kraft no cumplió, y el viernes 17 a la noche volvió a descontar los “premios compromiso” por segunda vez, sumando “errores” en la liquidación de la primer quincena de agosto.

Los trabajadores del turno noche, en asamblea, resolvieron responder al nuevo ataque con una nueva movilización, esta vez a Capital, antes de que se realizara una nueva audiencia en el ministerio el martes 21. A las 7:30 los obreros de Kraft, junto a congresales y activistas de Kraft Victroria (ex Stani), Subte, gráficos, estatales, telefónicos y la Juventud del PTS, cortaron Corrientes y 9 de Julio. Nuevamente los medios masivos difundieron los ataques de Kraft hacia los trabajadores de la planta Pacheco, la ilegalidad y arbitrariedad de las medidas que hacían salir a la luz, otra vez, la verdadera cara de esta multinacional yanqui, acostumbrada a pisotear los derechos y la organización de los trabajadores, como intentó hacerloen 2009.

Horas más tarde (tras un cuarto intermedio de dos horas) la patronal se comprometió frente a la Comisión Interna y el Ministerio de Trabajo a devolver, a más tardar el lunes 27, el “premio compromiso” de la segunda quincena de julio y de la primera de agosto y conformar una comisión con los delegados de la Interna para resolver los “errores” en la liquidación de la última quincena. También aceptó la formación de una mesa de negociación con la Interna para discutir los reclamos de los trabajadores. El ministerio convocó a una nueva audiencia el 20 de septiembre para evaluar la situación. Los trabajadores no harán nuevas medidas durante el mes que se mantenga la negociación.

Esa era la propuesta de la Interna, votada en asambleas hace unos días: levantar las medidas a cambio de que devuelvan los premios y comience una mesa de negociación por las demandas obreras. Pero la patronal la había rechazado, jugándose a golpear a los trabajadores con ilegalidades, tocando los ingresos con los que cientos de compañeros sostienen a sus familias. Frente a esto los obreros y obreras del Turno Noche la quincena pasada cortaron la Panamericana. Kraft mantuvo su línea, no devolvió los descuentos y avanzó con nuevos. La respuesta fue un nuevo corte en el Obelisco. Recién ahí, cuando todo el país volvió a ver que se violaban los derechos más elementales de los trabajadores, la empresa retrocedió e hizo su compromiso.

Se le paró la mano a la empresa, pero sin dudas Kraft, a tres años del conflicto de 2009, volvió a endurecerse y a atacar la organización democrática de los trabajadores y a la base misma de la fábrica como castigo por pelear por sus derechos. 

Se abre una nueva situación

Se ganó una pulseada y los trabajadores y su Comisión Interna lograron la devolución de los premios que la patronal descontó como represalia. Ahora los trabajadores seguirán la negociación y reorganizarán sus fuerzas para conseguir sus demandas y responder a la nueva política de Kraft, que por ahora encontró un límite pero seguirá si los obreros no la derrotan. 

Párrafo aparte merece Daer, uno de los derrotados en esta etapa del conflicto. No sólo firmó una paritaria a la baja respecto a lo conseguido años anteriores y a espaldas de todos y un aumento en los premios que fue rechazado en asambleas, sino que boicoteó hasta donde pudo las medidas sostenidas en la planta durante tres meses. Para completar su papel, se negó a algo que sería elemental para un sindicato: reclamar la devolución de los descuentos ilegales. Daer se ubicó como un sirviente de la empresa.

Las demandas de los trabajadores de Kraft son muy justas. En una nota enviada al ministerio y repartida en toda la planta se explica que piden categorías para “trabajadoras que hace 10, 15 o 20 años no les reconocen. Ellas hacen los trabajos más duros, los que generan más enfermedades, donde hay más trabajo manual y se necesita hacer fuerza física. Es por eso que son ellas las que sufren más enfermedades laborales como la tendinitis. Nuestras compañeras sufren por eso peores condiciones de trabajo y tienen en muchos casos las categorías más bajas. No cualquiera puede hacer ese trabajo manual y repetitivo todos los días, 6 días por semana ¿Porque se niegan a darle a esas compañeras el trato que se merecen? ¿Creen realmente que no se merecen tener una categoría mayor por un trabajo de este tipo? ¿Algún jefe podría hacerlo? Definitivamente no; ningún hombre de la gerencia podría hacer lo que hacen en Envasamiento nuestras compañeras, y sin embargo esos mismos hombres son los que les niegan a nuestras compañeras el mínimo derecho a tener una mejor categoría para llevarles a sus familias algo más. Por eso pedimos las categorías para las compañeras, para que se equipare también la situación entre trabajadores hombres y mujeres. Para que se valore a las compañeras, para que no haya discriminación”. Además, el justo premio que se otorga por hora trabajada en Depósito se le niega al resto de la fábrica, buscando dividir a los trabajadores.
Contra esas medidas discriminatorias se lucha en Kraft.