El martes 4/08 en un anuncio "fugaz", el gobierno de Celso Jaque, a través del Ministro de Infraestructura comunicó la inminente privatización del Grupo 2. Esta empresa que fue intervenida por el Estado en 2005, tras la quiebra del grupo comandado por el empresario menemista Emilio Corsino (dueño de Antártida Argentina S.R.L., y conocido por contratar trabajadores en condiciones precarias y ser beneficiario de los negociados de los ’90) es una empresa que transporta más de 100 mil usuarios a diario, en su mayoría trabajadores y estudiantes, bajo malas condiciones e interminables esperas, producto del vaciamiento que viene llevando adelante el gobierno.

Escandaloso vaciamiento

No es sorprendente, por lo tanto, que se anuncie su privatización en momentos en que la recaudación fiscal está por el piso y el gobierno anuncia un "fuerte freno al gasto público"1, mediante un ajuste en detrimento de los trabajadores, para que la empresa deje de ser "otra carga salarial dentro de la estructura pública".

Hace tiempo que el gobierno a través del director de la Empresa Provincial de Transporte, Héctor Salcedo, viene operando un escandaloso vaciamiento, con el 60% de las unidades rotas e imponiendo un régimen de matonaje, contratando seguridad privada para mantener el orden. Bastará recordar los tiempos en que la empresa era privada, para saber lo que se viene, de consumarse el plan del gobierno. Ante esta situación, los trabajadores vienen difundiendo su intención de estatización definitiva del servicio, realizando volanteadas masivas, cortando calles y saliendo en los medios; denunciando el mal servicio y exigiendo que la empresa pase definitivamente a manos de Estado. Han sido recibidos en la Legislatura y sumaron el apoyo de otros sectores de trabajadores y populares como asociaciones vecinales, ATE, entre otras.2

Las conducciones sindicales patean en contra

Un párrafo aparte merece la actuación de las conducciones sindicales que han hecho oído sordo a los reclamos de los trabajadores, actuando como verdaderos socios de los privatizadores y negándose a llevar adelante cualquier medida seria de lucha (los trabajadores tienen 5 gremios que los "representan"). Este es el caso de SiTeA que si bien denuncia que “desde el inicio de esta gestión ha venido sucediendo un vaciamiento de la empresa, hay cerca de 10 unidades que no tienen arreglo, 60 no funcionan de modo que no estamos cumpliendo los horarios. Además, con la falta de unidades, dos fueron prestadas a la Municipalidad de Lavalle" han estado ausentes durante toda la lucha de los trabajadores, ni hablar del rol directamente pro-patronal del gremio SI.PE.MO.M y de la conducción de Calcagni uno de los "capos" de la CGT local que se manifiesta a favor del gobierno de Celso Jaque.

Por su parte la cámara que agrupa a los propietarios del transporte, AUTAM vienen presionando desde hace tiempo por la concesión de la empresa y contra el "Estado Empresario", es que no quieren ver cuestionados los millonarios subsidios que le otorga el gobierno.

Hay que decir basta al manoseo: la empresa tiene que ser estatizada definitivamente, la única manera de garantizar los derechos de los trabajadores contra los atropellos de la dirección política de turno es el control de trabajadores y usuarios, los único interesados en el buen funcionamiento de la empresa, a la vez hay que luchar por la baja del boleto y el fin de los subsidios a los empresarios del transporte que durante décadas se han llenado los bolsillos a costa del sudor del pueblo.