El 7/3 al mediodía en la esquina de Rivadavia e Irigoyen la gente y las banderas empezaban a arremolinarse para marchar al escrache de los Tribunales Penales.
A la cabeza de la movilización iban Carla Lacorte (militante del Ceprodh, paralítica desde junio de 2001 por un balazo del oficial Salmo de Ezpeleta, aún impune), Cristina López (madre de Andres Guarinos, víctima de un accidente de tránsito en 2001 donde la policía y la justicia encubren a la agencia de autos de la que salió el coche que lo mató), la novia y la familia de Gabriel Ribba (asesinado en Berazategui en diciembre de 2002 por un oficial de la federal), el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y la Asamblea de Quilmes Centro. Más atrás se destacaba una nutrida columna del movimiento No Pasarán de la Zona Sur, En Clave Roja de la UBA y la UNLP, el PTS y el Polo Obrero de Berazategui. También adhirieron la agrupación docente Desde el Pie y el Suteba Quilmes.
Una vez frente a Tribunales se inició el acto de repudio, pero mientras los oradores iban leyendo las adhesiones pasó cerca de las columnas el Fiscal general de Quilmes Draghi que cuenta entre sus perlas haber planteado en los medios al día siguiente de que Carla fuera baleada que “el accionar policial había sido el correcto”. Los familiares se le fueron al humo y comenzaron a pedirle explicaciones. Fue entonces que sus perros guardianes de la bonaerense lo sacaron a los empujones y lo volvieron a meter en Tribunales. Pero la gente no se quería ir y comenzó a exigir una audiencia. Tras tensas negociaciones ingresó una delegación con víctimas, familiares y abogados. Draghi allí desconoció todo tipo de responsabilidad. No conforme con esto, el Fiscal le exigió al Dr. Tripi del Ceprodh que hiciera un acta dando explicaciones de la complicidad entre policía y justicia que se venía denunciando. Frente a esto Cristina y Carla reaccionaron indignadas diciéndole en la cara que “como se quiere hacer ahora con el 26 de junio, se pretende investigar e incriminar a las víctimas y no a los culpables”.
Luego de la reunión se realizó un acto de cierre en el que Carla y Cristina convocaron a organizar una coordinadora contra la represión en la zona sur.