Después de 2 semanas de tomar 15 colegios secundarios y 3 terciarios, y con marchas de casi 2.000 estudiantes, volvimos a visibilizar un ataque profundo a la educación pública.

Con la reforma curricular pretenden cerrar orientaciones enteras, sacar materias fundamentales, meter pasantías gratuitas a los técnicos, degradar nuestros títulos y vaciar aún más nuestra educación. La aplicación macrista de la Ley de Educación Nacional kirchnerista, y los acuerdos entre Bullrich y Sileoni en el Consejo Federal de Educación, pretenden hacer en la Ciudad lo que no pudo hacer Menem con la Ley Federal, que fue resistida en los ’90.

Es por eso que, como venimos planteando, la lucha no es por “corregir” la reforma por modalidades, buscando que resten algunas orientaciones menos (cuestión que ni siquiera está garantizada). Nuestra lucha tiene que seguir hasta que Bullrich y Sileoni se comprometan a no aplicar ninguna reforma en el 2014. Sólo así podremos discutir entre estudiantes y docentes qué educación necesitamos.

¡Vamos por un plan de lucha desde las bases hasta parar la NESC!
El macrismo viene atacando nuestra lucha, y prepara sanciones a los estudiantes que tomamos los colegios. Amenazaron con sacar las mesas de examen de diciembre, generando temor a repetir (como pasó a muchos compañeros tras las tomas del año pasado). La campaña en nuestra contra se multiplicó después de los hechos de la Iglesia San Ignacio (ver aparte).

Por eso creemos que, después de las primeras semanas de toma, es necesario debatir cómo seguimos.

Mientras la Cámpora directamente se opuso a la lucha (para hacer campaña por Filmus, el autor de la ley que aplica el macrismo), y las burocracias sindicales de UTE y AMET negociaron desde un principio a nuestras espaldas, al interior de la Coordinadora de Estudiantes de Base, hubo distintas posiciones sobre cómo desarrollar la lucha. Agrupaciones como La Revancha, Lobo Suelto o la OES, opinan que el problema de fondo no son las leyes educativas sino cómo las aplica el PRO. De hecho la Revancha redactó junto una legisladora kirchnerista un proyecto de ley para prorrogar la aplicación de la reforma hasta el 2015, pero en el marco de las leyes y resoluciones actuales.

Para derrotar la reforma, es necesario masificar cada vez más la lucha, no alcanza con los 15 colegios que tomamos o los 15 más que participan de la CEB. Tenemos que debatir en la base de los colegios para preparar acciones masivas. Hay que tomar las decisiones de la manera más democrática: no en base al “consenso” entre los 30 o 40 que se quedan hasta el final en reuniones interminables, sino en base a los mandatos de los colegios, llenando de participación la CEB. Por eso propusimos, a su vez, que la marcha del jueves 26/9 terminara con una gran asamblea abierta, que discutiera en común un plan de lucha que se refrende en los colegios1. Si salimos de esta fase con una CEB fortalecida, estaremos en mejores condiciones para seguir la lucha.
Proponemos: 1) Concentrar los cortes del 8/10 en la 9 de Julio, realizando una asamblea abierta. 2) Convocar desde la CEB a una gran marcha educativa para parar la reforma, en común con Centros de Estudiantes terciarios, universitarios y sindicatos docentes.

No podemos parar hasta que nos garanticen: ¡Ninguna aplicación de la NESC en 2014! Ninguna sanción por luchar.

1 Llamativamente, fue después de esa propuesta que “volvieron” los mandatos de base a la CEB (a favor y en contra de realizar la asamblea).