El conflicto docente entró en un impasse a partir de la nueva mesa de negociación. Su futuro es incierto. Es momento para que la docencia porteña realice un balance acerca del mismo.

En 3 meses de conflicto, Macri se ha endurecido. Luego de recibir millones para su propia policía, anunció que iba a recortar miles de vacantes para las colonias de verano. Un nuevo ataque al pueblo trabajador que necesita de ellas, como para los docentes que allí trabajan.

Ante estos hechos, está claro que se necesitan medidas contundentes para enfrentar al gobierno.

Nuestra disposición a luchar fue manifiesta: se paró masivamente, se respondió ante la represión y se sortearon las maniobras mentirosas y las amenazas del gobierno. Pero sin embargo, carecemos de un plan de lucha que nos permita triunfar.

Seguramente el llamado a la nueva mesa de discusión salarial tendrá como resultado, una vez más, una propuesta miserable para nuestro salario, amenazas de modificación del calendario escolar, etc.

Un plan de lucha para ganar

Los paros aislados que viene imponiendo principalmente la dirección de UTE no sirven. Solo permiten aislar la lucha en Capital, cuando existen decenas de distritos en conflicto (huelgas en Salta, Santa Cruz, Córdoba y Neuquén).

Por eso necesitamos desplegar una gran lucha unitaria.
Debemos exigirle a UTE-ADeMyS y Compromiso la convocatoria a un plenario de delegados y representantes de toda la docencia para discutir y votar, en base a los mandatos de asamblea, un plan de lucha para ganar.

Es responsabilidad de la oposición levantar esta política común en cada seccional y a nivel nacional, exigiendo que se rompa el aislamiento que impone la CTERA para no cuestionar al gobierno nacional K (de no lograr imponer nuestra política, UTE-CTERA prepararán, al igual que pasó en SUTEBA, levantar la lucha por migajas a espaldas de los docentes).

Para conseguir todas nuestras demandas debemos enfrentar a Macri y a sus socios, imponiéndole a la dirección un plan de lucha en serio y la coordinación con todos los sectores en lucha.

Sólo con la participación masiva de todos los docentes sumando a los estudiantes y a toda la comunidad educativa podremos triunfar y abrir el camino para echar a Macri.

Una gran tarea por delante

En medio del conflicto, la burocracia de la lista Celeste obtuvo un 85% de los votos. La votaron 3.600 sobre un total de un padrón de 13 mil, aproximadamente (según los números de la Celeste) en un distrito de casi 50 mil docentes. Este resultado conforma a la Celeste que sigue dirigiendo el principal gremio de Capital. Es que la docencia ve en la UTE a una referencia opositora al ultraderechista Macri, que a su vez, con la campaña televisiva y el protagonismo de sus dirigentes, producto de la represión policial, le jugaron a favor a la hora la votación.

Pero esta dirigencia vive de prebendas del gobierno, cientos de comisiones de servicio, millones por mes que reciben por los descuentos al incentivo docente, entre tantos “privilegios”.

Así y todo, hubo algo nuevo en esta elección. Después de 20 años, se presentaron tres listas de agrupaciones opositoras a la Celeste, que en la suma total, obtuvieron cerca del 15%. Pero esto no alcanzó para ser alternativa a la burocracia.

La LISTA MARRÓN, se presentó gracias al esfuerzo de compañeros y compañeras. Desarrollamos una gran campaña de agitación y de discusión en las escuelas muy nueva en comparación con las otras.
Fue la única corriente de oposición que peleó porque haya una lista única de la oposición con un claro programa clasista, antiburocrático y antigubernamental, votado en asamblea.

La lista Lila no podía aceptar ese programa, y terminaron llevando como primer candidato, Daniel Massi, un ex funcionario del Gobierno de Telerman. Y Tribuna Docente- PO se quiso presentar como única oposición a la burocracia, obteniendo también un magro resultado, no pudiendo capitalizar sus más de 20 años en el gremio.

Un debate pendiente

Ante la realidad de 17 sindicatos docentes porteños y una gran desafiliación en general, con la mayoría de las y los compañeros queremos abrir la discusión de que es necesario recuperar el sindicato como una verdadera herramienta de lucha. Desde la LISTA MARRÓN, queremos asumir el compromiso de desarrollar una fuerte corriente que plantee la necesidad de recuperar la UTE como herramienta lucha, recuperar las asambleas de base como órganos de resolución y participación mayoritaria de la docencia.