logo PTS

Econocrítica N° 4

Los argumentos dados para explicar la suba de precios

Las razones esgrimidas para explicar la suba de los alimentos son cinco: 1. el aumento del consumo en países como India y China; 2. la disminución de la oferta debido a sequías e inundaciones; 3. el aumento de los costos del petróleo, insumo fundamental en el transporte y la producción de alimentos; 4. la mayor demanda de biocombustibles que ha desviado cultivos alimentarios, y 5. la especulación financiera (este último lo desarrollamos en “Alimentos y materias primas...”).

PTS

17 de julio 2008

Las razones esgrimidas para explicar la suba de los alimentos son cinco: 1. el aumento del consumo en países como India y China; 2. la disminución de la oferta debido a sequías e inundaciones; 3. el aumento de los costos del petróleo, insumo fundamental en el transporte y la producción de alimentos; 4. la mayor demanda de biocombustibles que ha desviado cultivos alimentarios, y 5. la especulación financiera (este último lo desarrollamos en “Alimentos y materias primas...”). La suba de los precios de los alimentos también se ha acelerado por la crisis de las hipotecas sub prime en EE.UU. que condujo a la caída del dólar, moneda en la que se fijan los precios de los alimentos y materias primas.
Sin embargo, muchos indicios sugieren descartar los dos primeros motivos. Expertos de todo el mundo dudan de que el aumento del consumo y los desastres naturales hayan incidido demasiado en el estallido inflacionario. Según algunos investigadores, lo que ha dado en llamarse el “factor China” no explica de ninguna manera el aumento de precios. Los que sostienen el peso de la demanda china plantean que en 1985 cada persona consumía en ese país apenas 20 kilos de carne por año, y hoy esta consumiendo más de 50 kilos. Esto impulsa a su vez la demanda de granos, ya que se requieren 3 kilos de granos por cada kilo de cerdo y 8 kilos por cada kilo de carne vacuna. Sin embargo estos datos son contestados por otros igual de elocuentes: entre 1990 y 2007 la demanda de carne de res pasó de 1,1 a 7,4 millones de toneladas, pero China cubrió ese incremento con producción doméstica y hasta exportó pequeños excedentes. Respecto de los granos: en lo que hace al arroz, entre 1990 y 1999 el consumo pasó de 124 a 134 millones de toneladas; la producción mantuvo el ritmo y China continuó exportando. La producción doméstica cubrió la creciente demanda y generó excedentes. China cubre su consumo interno de maíz y es un exportador importante (en 2005 exportó 3,5 millones de toneladas). Lo mismo sucede con el trigo (la excepción es la soja, donde China importa más de lo que exporta). Y más en general, como reconoce la FAO, se produce suficiente comida en el mundo para proveer de 2.800 calorías a cada persona. Por eso, como destaca el Food First Institute “abundancia, no escasez es lo que mejor describe la oferta alimentaria en el mundo de hoy”. Por eso, aunque la demanda aumentó, este factor no puede explicar la suba acelerada de los precios. Pero las multinacionales que controlan el mercado mundial de granos, carne, semillas e insumos agrícolas, pueden manipular precios a escala mundial para obtener superganancias.

Es este último factor, los oligopolios, unido a la especulación, también contribuye a explicar el aumento de los precios del petróleo. Aunque, en este caso, tenemos que considerar que es un recurso agotable y las reservas comprobadas de petróleo están cayendo según afirman muchos analistas, también influye en el aumento exorbitante de los precios en las transacciones en mercados de “futuros”. La suba del combustible vuelve a impactar sobre la suba de los alimentos, porque es un insumo utilizado en su producción y transporte. Además, la suba del petróleo ha contribuido con la cuarta causa que nombramos: el desarrollo de los biocombustibles.

El desvío de cultivos alimentarios hacia la producción de biocombustibles es para algunos descontrolado. En enero de 2007, George W. Bush lanzó un programa para sustituir con biocombustibles el 20 por ciento del consumo de gasolina en 10 años. Hoy en Estados Unidos el 30 por ciento de la producción del maíz se destina a biocombustibles. Los propios economistas neoliberales han establecido que la fabricación de biocombustibles incide en un 25/30% en los incrementos de precios de los alimentos”. (Andreu Martí, “La próxima burbuja será la burbuja alimentaria” Argenpress).

Claro que el manejo de los monopolios, la especulación y el uso de granos para la producción de biocombustibles, sólo pueden cobrar la magnitud actual gracias a los mecanismos de liberalización que analizamos en este suplemento. Esto es pasado por alto por los tecnócratas que discuten las causas y soluciones para esta crisis.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: