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Neuquén

Contra la represión y asesinato a los piqueteros

Marcha de Neuquén contó con una minoría de violentos

28 de junio 2002





NEUQUEN.- Con excepción de dos hechos protagonizados por un grupo minúsculo de manifestantes que rompieron tres vidrios de la municipalidad y que arrojaron una bomba incendiaria contra Casa de Gobierno, la nutrida movilización que estatales, ceramistas y agrupaciones de desocupados realizaron ayer en esta ciudad se desarrolló en un marco de tranquilidad.
La marcha fue convocada por la CTA neuquina en el marco del paro convocado en todo el país. La adhesión a la movilización en Neuquén fue importante, aunque el nivel de acatamiento de la medida de fuerza no tuvo incidencia ya que ayer en Neuquén las dependencias públicas no trabajaron por conmemorarse el día del trabajador estatal.
El acto principal de la marcha se realizó sobre la multitrocha en su intersección con la avenida Olascoaga, donde quedaron al descubierto algunas desinteligencias existentes en la CTA y la denominada Coordinadora que integran, entre otros, el Sindicato Ceramista, el Polo Obrero, la Corriente Clasista y Combativa y otras expresiones de izquierda.
Dos hechos puntuales generaron preocupación en la mayoría de los manifestantes que participaban de la protesta: uno de ellos fue en el municipio, cuando un grupo de entre 10 y 15 manifestantes arremetió contra las ventanas del primer piso del palacio municipal.
Tres vidrios se rompieron e inmediatamente se ordenó el desalojo del edificio por precaución. A diferencia de anteriores marchas, esta vez no quedaron ni los funcionarios en el lugar.
La restante situación de violencia se registró en Casa de Gobierno, cuando el mismo grupo arrojó una bomba Molotov sobre una de las ventanas de la calle Rioja. El resto de la movilización y el posterior acto se desarrollaron con normalidad.
Entre la enorme cantidad de oradores del acto y de adhesiones que se leyeron en la protesta hubo una que llamó la atención: la del Obispo de Neuquén Marcelo Melani, quien a través de una carta adhirió a la convocatoria y ratificó el derecho a la protesta, pero remarcando la necesidad de que este tipo de expresiones se desarrollen en paz. Fue la adhesión más aplaudida por la concurrencia.
Ya durante su discurso, el secretario general de la CTA Julio Fuentes llamó «a la unidad» de «todos los sectores populares», y pidió «aunque sea» caminar «un metro juntos» a todos los presentes. Un tono similar utilizó el ceramista Raúl Godoy, quien también habló de unidad y quien invitó a todos los presentes a marcha hasta los puentes para reunirse con una manifestación organizada por sindicalistas rionegrinos. La unidad les duró poco: tras el último orador, la CTA abandonó la ruta y marchó hasta el centro de la ciudad para desconcentrarse. Desde la multitrocha se escuchaban los gritos de los manifestantes que sí habían aceptado el convite para ir al puente -todos de la denominada «coordinadora»- pidiendo que se quedaran. Pero no hubo caso: la columna integrada por la CTA, la Federación Universitaria del Comahue y la agrupación Barrios de Pie optó por no marchar a los puentes.

 

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