El lunes 31 se cumplieron dos años de que Luciano, un joven pobre de 16 años, fue secuestrado y luego desaparecido por la Policía Bonaerense. Dos años en que la justicia, con el Juez Blanco como responsable, junto con los poderes políticos municipal, provincial de Scioli y nacional de Cristina fueron garantes de la impunidad absoluta.

Una causa con pruebas contundentes

Hay pericias que demostraron que Luciano estuvo en el Destacamento de Lomas del Mirador, en la Comisaría 8° (de Quintana) de la misma localidad y luego en un descampado de la zona. Incluso la causa cuenta con testigos de identidad reservada que dijeron que vieron cómo los policías torturaron a Luciano hasta su muerte.

Luciano es, junto a Julio López y miles de jóvenes asesinados por la policía, una de las muestras del doble discurso oficial que, mientras habla en favor de los derechos humanos, toma todas las medidas para que sea intocable esa cueva de asesinos que es la Policía Bonaerense. Contrariamente a lo que quisieron lograr, en este aniversario se realizó una jornada masiva que duró todo el día frente a la comisaría de Quintana, donde participaron cientos de jóvenes, organismos de derechos humanos y partidos de izquierda. Se demostró que la pelea por la aparición con vida de Luciano sigue siendo una bandera de miles, que no se va a bajar hasta que no vayan presos los responsables de su asesinato: Fékter, Vázquez, Herrera, Sosa, Díaz, Zéliz, Sotelo y Borrego, los 8 policías implicados que, por decisión del Ministro de Seguridad Carlos Stornelli, hoy siguen cumpliendo funciones.

Este nuevo aniversario se da en el marco de un claro giro represivo del Estado que, al revés de lo que veníamos reclamando (la no militarización de las zonas pobres del Gran Buenos Aires), ha tomado esto como una política central, inundado nuestros barrios de gendarmes como respuesta a la irrupción de los de abajo, a las tomas que reclaman el elemental derecho a tener una vivienda digna. Se ha desnudado el doble discurso gubernamental.
Discurso que venía haciendo agua, con 5 muertos en sólo dos meses (Mariano Ferreyra, los miembros de la comunidad Qom en Formosa y los compañeros inmigrantes del parque Indoamericano) y la última ofensiva conjunta de la oposición de derecha y el gobierno nacional con el proyecto de bajar la edad de imputabilidad para los menores a 14 años.

Luciano fue desaparecido porque se negó a robar para la policía, muestra de que los responsables de los grandes delitos en este país son las mismas fuerzas de seguridad que hoy se busca fortalecer.

La masividad de la jornada fue la culminación de dos años de lucha donde, en primer lugar, los familiares comoVanesa, su hermana, y Mónica, su mamá, pelearon con enorme valentía contra todas las puertas que se le cerraron. También la conformación de la Coordinadora por la Aparición con Vida de Luciano Arruga, que impulsamos junto a otros organismos de derechos humanos, partidos de izquierda y organizaciones sociales, fue de gran importancia ya que organizó durante estos dos años múltiples acciones que permitieron que la causa de Luciano rompiera el cerco mediático y fuera apoyada por miles. Desde el CeProDH, el PTS y la juventud del No Pasarán! participamos con una delegación de más de 120 compañeros. Como desde el primer día, seguimos poniendo el cuerpo, porque esta gran lucha sólo terminará con la cárcel efectiva para los policías asesinos. Este apoyo masivo hay que organizarlo con miles de jóvenes, en los colegios, los barrios y las fábricas hasta conseguir la verdadera justicia.

por Alejandrina Barry - Hija de desaparecidos, miembro del CeProDH- y Marcelo Morigi, Militantes del PTS