En esta jornada que comienza, todos al campo de batalla, parece ser la orden. Ya cronometrados, diez uniformados de infantería se apostan sobre la entrada de la fábrica Lear, mientras otros tantos se alinean en todo el perímetro frontal de la misma. Del callejón lateral, pegado a la misma aparece la policía montada. Del otro lado del portón una primera línea de guardias de seguridad privada, y tras ellos una nueva línea de infantería. Momentos después, los primeros trabajadores descienden de un colectivo 303 que avanza perezosamente entre la niebla que cubre la colectora Este.
El operativo tiene un fin, no dejar entrar a los delegados, e intimidar a los trabajadores que en el día de ayer pararon contra los despidos, y trabajaron a desgano mostrando una solidaridad enorme con los despedidos.
La entereza demostrada ayer, es combatida hoy martes por esta multinacional norteamericana que en su voracidad de ganancia a dejado en la calle a trabajadores y trabajadoras con legajos intachables como lo dijo Norma, una de las trabajadoras despedidas "después de 26 año de trabajo me vienen a decir que soy improductiva".
Los trabajadores exigen que el SMATA denuncie inmediatamente el accionar de esta patronal que dejo en la calle a 100 familias y amenaza con dejar en la misma situación a los demás que se encuentran suspendidos.