Frente a la corrida cambiaria contra el peso, que golpea a los ya alicaídos bolsillos de los trabajadores, el referente del Frente de Izquierda-Unidad y referente del PTS, declaró: "Hay que nacionalizar los puertos y el comercio con control de los trabajadores. Es la única forma de enfrentar la corrida cambiaria y la especulación que arruina el salario del pueblo trabajador y los más pobres a favor de las grandes patronales del campo y la ciudad. Hay que controlar el comercio bajo las manos de trabajadores y consumidores, enfrentando duramente a los grandes empresarios que remarcan precios y especulan con la inflación que es la más alta en 30 años, como reconoció risueñamente Federico Broun en el Coloquio de IDEA. Esto a los santafesinos nos golpea de cerca: gran parte de la especulación contra el peso y la presión para devaluar ocurre acá nomás, en los campos más ricos de Santa Fe y en los puertos, donde los grandes sojeros se niegan a liquidar cereales, esperando un dólar más alto. El Frente de Todos de Alberto, Cristina y Perotti gobiernan para los empresarios y los que más tienen.”

"La nacionalización de los puertos y el comercio es la primera de una serie de medidas que proponemos desde el Frente de Izquierda. Hay que dejar de destinar los dólares para pagar al FMI y romper inmediatamente ese acuerdo. Hay 17 millones de pobres y el salario de los trabajadores no alcanza para nada, lo mismo que pasa con las jubilaciones y pensiones. Hay que pelear por un ingreso de emergencia y un aumento de inmediato de salarios, planes y jubilaciones, que deben actualizarse de forma automática según la inflación. Ningún ingreso puede estar por debajo de la canasta familiar. Además, luchar seriamente contra la inflación con el control de precios por medios de comités de trabajadores y consumidores, en cada empresa y en cada barrio. Que se abran los registros contables de las empresas formadoras de precios: ahí vamos a ver cómo ellos siempre ganan", propuso el rosarino.

Irene Gamboa, referente del PTS y el Frente de Izquierda agregó: "Sólo la izquierda tiene una propuesta, profunda pero seria, frente al problema del empleo, que es reducir la jornada laboral a 6 horas y 5 días a la semana, repartiendo las horas de trabajo con un salario que como mínimo cubra la canasta familiar y aumente conforme la inflación para que trabajen todos y todas. Aplicando esta medida sólo en 12.000 grandes empresas se crearían 1 millón de puestos de trabajo. Frente a una situación que es cada vez más crítica, hay que exigir que las centrales sindicales rompan su tregua y subordinación al Gobierno, que convoquen ya a un paro nacional y plan de lucha por nuestras demandas más urgentes, en la perspectiva de la huelga general, empezando por recuperar todo lo perdido desde Macri hasta acá y por la actualización automática de los salarios según la inflación. Para eso no podemos esperar al 17 de agosto, la CGT y la CTA deben llamar de inmediato a asambleas y paro en los lugares de trabajo como parte de un plan de lucha y paro general para enfrentar los ataques al pueblo trabajador".