Nos conociste este año, en las luchas de las familias obreras de Lear y Donnelley. Somos esas a las que el gendarme-carancho López Torales se refirió diciendo “saquen a esas mujeres de acá”, cuando Berni ordenó reprimir. Las que respondimos “nadie nos puso, nadie nos saca”, porque nuestra solidaridad con la lucha de la clase trabajadora es por propia convicción.

Quizás nos conocías ya desde 2013, cuando acompañaste nuestras candidaturas en el Frente de Izquierda, porque decíamos que íbamos a pelear también en el Congreso y en las legislaturas por nuestros derechos.

Somos las docentes que estuvimos al frente de las huelgas y que recuperamos varias seccionales que estaban en manos de la burocracia sindical.

Vos, seguramente, fuiste una de las más de mil compañeras que viajaste con nosotras al Encuentro Nacional de Mujeres en Salta porque compartís la bronca por los femicidios, o porque te pareció escandaloso que el Vaticano entrometiera su doctrina en el Código Civil que impuso Cristina. O a lo mejor, no pudiste venir, pero seguiste atentamente todo lo que pasaba en el Encuentro a través de la cobertura que realizamos para La Izquierda Diario.

Somos las que peleamos día a día contra la violencia hacia las mujeres y las redes de trata, por el derecho al aborto y los derechos de las trabajadoras. Y lo seguiremos haciendo, porque nada va a ser mejor con Scioli, Massa o Macri. Por eso, nos viste impulsar comisiones de mujeres en fábricas, empresas, sindicatos y centros de estudiantes.

Somos también las que damos la batalla ideológica, por un feminismo socialista que se referencie en la larga tradición del marxismo revolucionario; contra la ideología posmoderna, el reformismo liberal y el populismo que, en aras de una supuesta futura revolución, niega todo carácter progresivo a la lucha de las mujeres por nuestra emancipación. Por eso, seguramente participaste de nuestros talleres o difundiste artículos de la revista Ideas de Izquierda o leíste nuestros libros.

Pero también somos las que planteamos que mientras no rompamos definitivamente las cadenas de la explotación que esclavizan a millones y sobre las que se sostiene este régimen social, las mujeres no alcanzaremos nuestra emancipación definitiva. Y esa perspectiva la compartimos con nuestras compañeras de Pan y Rosas de Bolivia, Chile, Brasil, México y el Estado Español.

Las mujeres de Pan y Rosas y del PTS de todo el país queremos encontrarnos para reivindicar un año de grandes batallas y avances políticos que potencian la gran conquista del Frente de Izquierda.

Contra el giro derechista del gobierno y los partidos opositores que le prestan servicios a los capitalistas, contra los agravios que el capitalismo nos destina a las mujeres, necesitamos una izquierda de la clase trabajadora... ¡Y la estamos construyendo! Con obreras, docentes, enfermeras, estudiantes y con vos, que también sos parte. Por eso, te esperamos con tus amigas, tus compañeras de trabajo y estudio, con tu familia, el sábado 6 de diciembre.