(Mendoza; 31/07/07) Frente a la crítica situación en que se encuentra la mayor parte de la juventud en general, y de la educación pública en particular, que llevó a una importante movilización de los estudiantes secundarios, durante el pasado año en reclamo de calefacción en los maltrechos edificios escolares de Mendoza; nos parece que es por demás natural, que cientos de chicos en las escuelas secundarias se estén organizando desde abajo reconstruyendo sus centros de estudiantes, expresando sus ideas.

La acción persecutoria de los directivos de la Escuela de Bellas Artes, que ha dejado fuera del establecimiento a Paul Lecea, Presidente del Centro de Estudiates y Emanuel Gigena, también integrante del Centro y sancionando gravemente a otros chicos con decenas de amonestaciones, con el argumento de “realizar asambleas sin autorización”, muestra un rostro lamentable que recuerda a los años más oscuros de la historia nacional. Los chicos venían haciendo grandes asambleas en la escuela donde se charlaba sobre el asesinato de Carlos Fuentealba, al que homenajearon con carteles en todo el colegio, recordando su imagen y pidiendo justicia; también para pedir que retiraran del edificio de los talleres, transformadores de alta tensión con químicos cancerígenos, pero esto al parecer es una gran falta en una escuela donde las asambleas están totalmente prohibidas bajo cualquier forma y motivo. Los directivos de la escuela N° 4-024 de Bellas Artes, son conocidos por la opinión pública porque desde que asumieron en el 2003, han realizado cada año acciones persecutorias contra distintos alumnos, que han incluído desde insultos, amenazas y una fuerte discriminación, hasta el procesamiento y las denuncias calumniosas contra menores de edad, sólo por intentar expresarse contra el autoritarismo, ya indiscutible, que se vive en esta escuela. Hoy son otros los chicos perseguidos en Bellas Artes, pero ellos mismos dicen que no serán los últimos, es realmente escandaloso y lamentable.

La Dirección General de Escuelas de Mendoza, conoce bien esta situación y no ha tomado medidas para que los directivos dejen de considerar como enemigos a sus alumnos; ellos también han llevado adelante acciones represivas, como el lamentable operativo policial contra las manifestaciones por el gas el año pasado, que terminó con más de 60 adolescentes detenidos. Cuando a fines del año pasado los directivos de este colegio, quisieron también expulsar a tres chicos del Centro de Estudiantes, por organizar una asamblea ante la presencia de roedores dentro del edificio, que tuvo que ser desinfectado, la Asesoría Letrada de la DGE suspendió las sanciones que estos les habían puesto, permitiendo que los chicos terminaran de cursar el año.

Los abajo firmantes exigimos a la Dirección General de Escuelas del Gobierno de Mendoza:

*Que reincorporen de inmediato a Paul y Emanuel del Centro de Estudiantes para que puedan seguir estudiando normalmente.

*Que retiren las sanciones y frenen las acciones persecutorias que sufren los estudiantes de Bellas Artes.

*Y nos solidarizamos con los secundarios de Mendoza que quieren expresarse y organizarse democrática y libremente.

Centro de Estudiantes de Bellas Artes

Mendoza –Argentina