Dos hechos para empezar:
El primero: la mañana del día Jueves 22 se realizó una reunión en la Escuela Normal “General San Martín“ de la ciudad de Libertador Gral. San Martín, para conmemorar “El Apagón”.
Las madres de la plaza, docentes, las cámaras de televisión y una escuela que tiene 17 desaparecidos en sus pasillos, fueron testigos sorprendidos de un hecho que en Ledesma no se daba en años. Los alumnos escribieron y presentaron un trabajo sobre la dictadura pidiendo que sólo sea firmado por “los alumnos de la escuela normal”. Obviando nombres propios y apellidos quizás por el miedo que todavía reina en el pueblo producido por el Ingenio Ledesma. Para luego cantar junto a las madres.
El segundo: la marcha de la tarde fue importante, pero no sólo por el hecho de la cantidad de compañeros que participaron en la misma, sino por el gran número de vecinos del pueblo. Muchos ledesmenses se “animaron” a marchar, recordar y ser partícipes, de una buena vez, de esa cita postergada en tantas oportunidades.
En esa marcha participaron alrededor de 2000 personas, entre las cuales participamos con una columna de compañeros ledesmenses y venidos de la capital jujeña, más los amigos del PTS.
Pudimos repartir decenas de periódicos Nuestra Lucha como presagio del saludo de los compañeros de Zanon y su delegado Raúl Godoy que fue leída en uno de los primeros órdenes, durante el acto realizado en la plaza central del pueblo.
El presente y el futuro para continuar:
El documental “Sol de Noche” nos muestra una realidad que actualmente sigue vigente y que debe ser lo más importante para rescatar. El “contrato” entre el poder empresarial-económico y el poder político de turno.
Ayer, Ledesma y la junta militar desapareciendo 400 personas en una sola noche, torturando y explotando obreros y jóvenes. Sin mencionar los miles de despidos que sin tanto ruido fueron poblando las calles del pueblo. Unos muertos y torturados, los otros también.
Hoy, las cosas no han cambiado, los gobiernos en sus diferentes esferas siguen manteniendo el monopolio de la entrega y de la corrupción, el ingenio Ledesma continúa con su genocidio económico echando miles de obreros y explotando a los trabajadores golondrinas que vienen al pueblo para cada zafra.
El Apagón no fue una batalla más de una guerra mentirosa e inexistente, ese genocidio de jóvenes hijos de obreros y obreros de la fábrica, nos muestra la verdadera cara del capitalismo. El genocidio físico y el económico.
Sin embargo los muertos siguen presentes en la lucha de esos jóvenes secundarios que hoy marchan y se animan a escribir y en la de los obreros que aún en silencio son el gran sector proletario de la provincia que silenciosamente participaron de los cortes del "97 y que hoy esperan un nuevo llamado a la lucha, haciendo oídos sordos a aquellos que dicen: “que obreros ya no hay”