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LIBERTADES DEMOCRÁTICAS

JUICIO POR MARIANO FERREYRA

Testimonio demoledor

Pablo Villalba trabajó en Cooperativa Unión del Mercosur, empresa que contrataba trabajo tercerizado para realizar tareas dentro del ferrocarril. Administrada por la Unión Ferroviaria, José Pedraza era su verdadero dueño. Después de mucho tiempo de esperar para declarar contra los asesinos de Mariano Ferreyra, Pablo pudo hacerlo este martes 4.

Rosa D'Alesio

6 de diciembre 2012

Testimonio demoledor

Pablo Villalba trabajó en Cooperativa Unión del Mercosur, empresa que contrataba trabajo tercerizado para realizar tareas dentro del ferrocarril. Administrada por la Unión Ferroviaria, José Pedraza era su verdadero dueño.

El martes 4, Pablo Villalba declaró como testigo y, como reconoció el hermano de Mariano Ferreyra, estuvo excelente. Página12 lo resaltó y dijo que declaró “ante una sala repleta de público como hacía varias audiencias no sucedía”. Entre los presentes: una delegación de la Dirección del PTS, junto a Myriam Bregman y trabajadores de La Bordó del Roca, dirigentes del sindicato del Subte -encabezado por Roberto Pianelli-, dirigentes de la FUBA (La Mella), del FPDS, entre otros.

Declaró con un tono pausado, tranquilo y seguro. Mostró los negociados que existen entre empresas tercerizadas, la Unión Ferroviaria, la UGOFE y la Secretaría de Transporte. Aportó datos sobre la participación de la cúpula sindical en el ataque artero del 20 de octubre de 2010. Contó que se incorporó a la Agrupación Bordó porque estos se venían organizando para luchar contra las mafias de La Verde, y por el pase a planta. Dejó en claro que a pesar del duro golpe que significó el crimen de Mariano no lograron frenar su lucha.

La empresa de Pedraza al desnudo

En su declaración en el juicio contra los asesinos de Mariano Ferreyra, Pablo Villalba recordó la intensa lucha que tuvo que dar, junto a sus compañeros tercerizados, para tener los mismos derechos que un trabajador ferroviario. Los abogados de la querella le preguntaron qué diferencia había entre ser trabajador tercerizado o efectivo, a lo que respondió “La diferencia más concreta que teníamos era la del sueldo. Nosotros realizábamos la misma tarea, pero cobrábamos la mitad de lo que cobraba un efectivo” y agregó que la diferencia no es sólo salarial, sino que además no cuentan con los derechos laborales mínimos como ropa de trabajo o ART. Después de un accidente laboral recibió un telegrama de despido, en 2010. Pablo Villalba volvió a recordar el día en que fue a ver a Pablo Díaz, delegado de la Verde en la UF. “Cuando me despiden fui a hablar con Pablo Díaz. Como era afiliado al gremio, consideré pertinente ir a hablar con alguien para que interviniera sobre mi despido, que para mí era totalmente injusto” pero Díaz no tuvo reparo en afirmar que esa afiliación sólo le sirve para solicitar créditos pero no para resolver conflictos que tuvieran con Unión del Mercosur. Y reiteró que el gremio, UF, era el más interesado en mantener el negocio de las empresas tercerizadas. Contó que desde ahí se unió a los compañeros de la Agrupación Bordó. A partir de ese momento pasó a ser uno de los principales referentes de esta lucha histórica, siendo el vocero de la Asamblea de Tercerizados de Lomas.

“Yo subí a las vías”

Después comenzaron las preguntas sobre qué ocurrió el 20 de octubre. Pablo contó que llegó en colectivo esa mañana, porque sufrió tantas amenazas que dejó de viajar en tren. Describió el clima enrarecido en la Estación Avellaneda, donde iban a realizar el corte. Mucho despliegue de policías y muchos de la patota de Pedraza que estaban junto a Pablo Díaz. Para entender el clima dramático que se vivía en la sala del juicio, transcribimos en forma literal esa parte de la declaración del compañero Villalba ante los jueces, la querella, los miembros de la patota y el numeroso público que seguía esta importante declaración: “Cuando empezamos a caminar por la calle Bosch hacia el Puente Bosch, veo que la gente de la Unión Ferroviaria hace lo mismo, empieza a seguirnos. Cuando llegamos al Puente Bosch vemos que este grupo (la patota NdeR) se había retrasado un poco más, empezamos a cruzar el Puente y vimos una puerta abierta. Varios de nosotros intentamos, bueno, pudimos acceder por esa puerta hacia las vías del ferrocarril para ver si en ese lugar, visto que las personas que venían caminando sobre las vías (la patota NdeR) se habían retrasado, ver si podíamos subir y tratar de hacer el corte en ese lugar. El objetivo era ver si en ese lugar podíamos acceder hacia las vías para hacer el corte que habíamos previsto ese día. Yo reconozco haber subido junto a tres o cuatro compañeros más. Cuando estoy sobre las vías levanto la cabeza y veo que en el grupo que venía caminando sobre las vías de la Unión Ferroviaria ya había prácticamente llegado al mismo lugar porque venían muchos corriendo, y ahí veo que empiezan a tirar piedras automáticamente para abajo. Cuando vuelvo a mirar hacia abajo a los compañeros que estaban en la calle, veo que muchos compañeros no pudieron subir el terraplén por la inclinación que tiene. Vi que muchos estaban cayendo, y al ver que muchos de los compañeros estaban siendo golpeados por las piedras de la gente de la Unión Ferroviaria decido bajar y ahí me encuentro con varios compañeros lastimados. Me encuentro entonces con varios compañeros del PTS que estaban conmigo en ese momento y por la gran agresión que habíamos sufrido veo que varios compañeros se estaban yendo, veo a lo lejos que algunos compañeros que venían con nosotros en la columna se empezaron a meter en un pasillo que hay al costado del Riachuelo, veo a otros compañeros que avanzan alejándose de las vías y bueno, ahí, con los compañeros del PTS que estaban conmigo decidimos que por un tema de seguridad, y visto que todos se estaban yendo, irnos. Cuando recorro unos metros empiezo a escuchar sirenas de la policía, y dijimos: acá hay algo raro, por esas casualidades vayámonos que si viene la policía nos van a querer llevar a nosotros presos primero que a nadie y tratamos de alejarnos lo más posible de donde estaba la patota de la Unión Ferroviaria. Cuando nos alejamos un poco llamamos por teléfono a unos compañeros que se habían quedado atrás nuestro, y lo que ellos me decían era lo mismo: que ellos también se estaban yendo porque evidentemente no había posibilidades ni de hacer un corte ni de hacer ninguna acción porque la Unión Ferroviaria estaba pensando en ese momento cualquier cosa para defender el negociado que tenía con las tercerizadas y que iba a evitar de todas formas que nosotros hiciéramos cualquier tipo de reclamo”.

La defensa de la patota se puso nerviosa

Fue cuando la querella le preguntó si conocía a Juan Carlos Cabrol. Pabló respondió: “Era uno de los responsable directos de la cooperativa frente a los trabajadores. Muchas veces fui la oficina y hablé con él”. ¿Sabe si tiene vínculos con el gremio, con la UF? le preguntaron, “Sí. Siempre se presentaba como un allegado a Pedraza, por eso estaba al frente de la cooperativa”; le preguntaron si conocía a Adrián Juárez de la Cooperativa, Pablo dijo que escuchó hablar de él, le preguntaron en qué marco y dijo: “En concepto que él trabajaba en la cuadrilla, en Tristán Suárez, en la Cooperativa Unión del Mercosur y que cuando nosotros estamos en proceso de organización era el que ‘buchoneaba’ a Pablo Díaz. Por eso vino Díaz junto a Gustavo Alcorcel para amenazar a nuestros compañeros y les dijeron: ‘Si siguen jodiendo con el paso a planta, les vamos a pegar un tiro’”.

La estrategia de los abogados defensores de la patota asesina fue intentar mostrar, inútilmente, que la lucha era ilegítima porque no representaban al conjunto de los trabajadores. El abogado defensor de Pedraza, Carlos Froment (ver nota en internet), le preguntó a qué agrupación pertenecía y cómo les fue en las últimas elecciones, Pablo reiteró que integra la Bordó-Naranja y orgulloso respondió: “Salimos segundos en estas últimas elecciones”. Este abogado de los patoteros no tuvo reparo en usar esos mismos métodos y de mal modo preguntó “¿Pero cuántos votos, qué porcentaje?”. Pablo respondió, sin perder la calma, que obtuvieron el 15%. Un resultado que es una satisfacción para toda la agrupación, que aún divididos de los compañeros del PO por su sectarismo, realizó una gran campaña contra la continuidad del pedracismo.

Pablo Villalba quedó satisfecho. Había esperado mucho tiempo para declarar contra los asesinos de Mariano Ferreyra. Sus compañeros seguimos con orgullo su declaración y orgullosos estamos de tenerlo en nuestras filas.


Elección de delegados en la Unión Ferroviaria

Después de las elecciones del 27/1 de la UF, se eligieron nuevos cuerpos de delegados, salvo en el Roca, donde las elecciones fueron el año pasado. Ganó la burocracia en todos los ramales menos en el Sarmiento, donde volvió a ganar la Bordó del Pollo Sobrero, esta vez con mayor diferencia con la Verde.

Bordó 867

Verde 364

Violeta 167

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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