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Universidad

LA POLICIA FEDERAL AL SERVICIO DE LAS CAMARILLAS UNIVERSITARIAS

Una bochornosa Asamblea Universitaria reeligió a Hallú

El lunes 14 de diciembre, nuevamente en el marco de la represión y en un “debate” que duró 15 minutos, Rubén Hallú logró su reelección como Rector de la Universidad de Buenos Aires. Igual que en 2006 el escenario de la elección fue el Congreso Nacional cedido por el Gobierno Nacional a las camarillas radicales, peronistas y macristas que lograron extender su mandato sobre la UBA. La infantería de la Policía Federal fue nuevamente la encargada de custodiar la entrada a la Asamblea con balas de goma, gases lacrimógenos, camiones hidrantes y un vallado policial que se extendía dos cuadras a la redonda. Todo esto para que buena parte de los consejeros y el movimiento estudiantil no pudiéramos entrar a una asamblea que, supuestamente debería funcionar dentro de los espacios de la universidad y de manera “pública y abierta”.

Patricio del Corro

17 de diciembre 2009

El lunes 14 de diciembre, nuevamente en el marco de la represión y en un “debate” que duró 15 minutos, Rubén Hallú logró su reelección como Rector de la Universidad de Buenos Aires. Igual que en 2006 el escenario de la elección fue el Congreso Nacional cedido por el Gobierno Nacional a las camarillas radicales, peronistas y macristas que lograron extender su mandato sobre la UBA. La infantería de la Policía Federal fue nuevamente la encargada de custodiar la entrada a la Asamblea con balas de goma, gases lacrimógenos, camiones hidrantes y un vallado policial que se extendía dos cuadras a la redonda. Todo esto para que buena parte de los consejeros y el movimiento estudiantil no pudiéramos entrar a una asamblea que, supuestamente debería funcionar dentro de los espacios de la universidad y de manera “pública y abierta”.

La historia se repite

Así como a principio de año el kirchnerismo adelantó las elecciones parlamentarias, en la UBA un minúsculo grupo de profesores decidió adelantar la asamblea Universitaria que debería hacerse en marzo de 2010, violando públicamente todas las normas establecidas. Buscaban con esta maniobra evitar que la Asamblea Universitaria fuera realizada en época de clases, lo que hubiera posibilitado una mayor presencia estudiantil para impedir su funcionamiento y denunciar su carácter reaccionario y antidemocrático.

En el Congreso Nacional, la fuerza de choque de las camarillas volvió a ser la Policía Federal. Aníbal Fernández catalogó los balazos de goma y los gases lacrimógenos contra los estudiantes como un “éxito”. De esta manera se veía en vivo y en directo por la televisión un nuevo “éxito” de la fuerza policial que se suma a la represión contra los estudiantes en la Asamblea Universitaria de 2006, el violento desalojo a los trabajadores de Kraft, o la muerte de Rubén Carballo como consecuencia de la descomunal violencia policíaca en el recital de Viejas Locas. Todo esto a pocos días de un nuevo aniversario del 19 y 20 de diciembre de 2001 cuando esa misma policía asesinó a 40 manifestantes en defensa del gobierno de Fernando De la Rúa. Viendo los “éxitos policiales” no quedan dudas cuál es la función de esta institución y el rol de las camarillas universitarias apelando a ella para sesionar.

¿Pero cómo, sino de esta manera podía funcionar una Asamblea Universitaria en la cual el destino de 300.000 estudiantes, 40.000 docentes y 10.000 no docentes fue decidido por el voto “unánime” de 144 asambleístas, en su mayoría del minoritario claustro de profesores, que tenían como único objetivo reelegir a Hallú para que radicales, macristas y peronistas continuaran gobernando una UBA de ahogo presupuestario, bajos salarios docentes y no docentes, edificios en ruinas, posgrados pagos y ligada a los intereses capitalistas por medio de convenios y pasantías con empresas como Monsanto o Techint? El nuevo mandato se Hallú se inaugura de forma tan bochornosa como el primero, mientras que las camarillas autodenominadas “progresistas” con Schuster y Sorín a la cabeza han quedado derrotadas luego de haberle prestado desde 2006 gobernabilidad al proyecto de la derecha que ni siquiera cumplió su promesa de reformar el antidemocrático régimen de cogobierno. Corrientes como La Mella, aunque han participado de la movilización del lunes, aún depositan confianza en los acuerdos que se puedan lograr con los decanos hoy “despechados de Hallú”. Las corrientes estudiantiles de izquierda debemos tomar este fracaso como una muestra más de los callejones sin salida a los que lleva la centroizquierda que apostó a cogobernar la UBA con la derecha y apostar por una política independiente de las autoridades de la universidad.

Por Centros y Federaciones militantes para luchar por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo

Cuando el movimiento obrero comienza a ponerse de pie para enfrentar a los empresarios que buscan sortear la crisis económica con despidos y aumentando los niveles de explotación, son las organizaciones de base de los trabajadores, sus cuerpos de delegados y comisiones internas organizadas democráticamente como en Kraft o Subte, las que salen a enfrentarlos.

Así como el movimiento obrero, el movimiento estudiantil debe poner en pie centros y federaciones militantes para acabar con esta universidad al servicio de los capitalistas, pelear por una universidad que le abra las puertas a los hijos de la clase trabajadora y que produzca conocimiento al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. Democratizarla imponiendo la mayoría estudiantil, el claustro único docente y voz y voto para los no docentes en los órganos de cogobierno, siguiendo el camino de la democratización que empezamos con la elección directa en Sociología en 2002 y continuamos en la lucha contra la Asamblea Universitaria de 2006 cuando derrotamos la candidatura a rector del ex funcionario de la dictadura Atilio Alterini.

Junto a los trabajadores, los estudiantes podemos conformar una poderosa alianza social que ponga en jaque el poder de los capitalistas. La alianza obrero-estudiantil que se fue conformando durante el conflicto de Kraft, entre los estudiantes que, con el CEFyL a la cabeza, cortábamos las calles del centro porteño mientras los trabajadores de Kraft salían a cortar la Panamericana y los desocupados el Puente Pueyrredón, debe ser nuestro norte.

Para todos estos desafíos necesitamos centros y federaciones militantes que, organizados en congresos abiertos, asambleas y cuerpos de delegados, movilicen miles de estudiantes contra el régimen universitario, en apoyo a las luchas obreras, contra la policía que reprime y persigue a la juventud y por el presupuesto universitario. Desde En Clave ROJA ponemos todos nuestros esfuerzos en esta perspectiva, y llamamos al Partido Obrero y al resto de las organizaciones de la izquierda con las que nos movilizamos el día lunes, a que demos juntos esta pelea, profundizando el camino de la movilización y dejando atrás las prácticas burocráticas que hoy mantienen a gran parte del activismo alejado de la FUBA.

Prensa

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