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Internacional

LA HUELGA DE LOS Y LAS TRABAJADORAS TERCERIZADAS EN LA UNIVERSIDAD DE SAN PABLO

Una primera conquista en la batalla estratégica por la efectivización

Después de 12 días de huelga, los trabajadores y trabajadoras tercerizadas de la empresa UNION, que presta servicios para la Universidad de San Pablo, obtuvieron el pago de los salarios del mes de marzo, manteniendo la huelga hasta la próxima semana para garantizar el pago de todos los otros derechos.

Diana Assunção

21 de abril 2011

Después de 12 días de huelga, los trabajadores y trabajadoras tercerizadas de la empresa UNION, que presta servicios para la Universidad de San Pablo, obtuvieron el pago de los salarios del mes de marzo, manteniendo la huelga hasta la próxima semana para garantizar el pago de todos los otros derechos. Lo que se inició como un conflicto salarial, al elevarse del plano sindical al plano político, fue capaz de abrir una importante crisis en la Universidad, cuestionando profundamente el papel que cumple la tercerización del trabajo. A partir de aquí, se conformó un gran movimiento, que incluye no sólo centenas de estudiantes, sino también renombrados juristas, abogados y jueces de todo el país que firmaron por iniciativa del juez de trabajo Jorge Luiz Souto Maior un “Manifiesto Contra la Tercerización y por la Efectivización de los Tercerizados”.

El apoyo estudiantil, que cumplió un papel fundamental en todo el conflicto, fue aumentando diariamente, desde los estudiantes que en los corredores lloraban al oír a los tercerizados contando sobre las humillaciones que sufren en los lugares de trabajo hasta los sectores más concientes de esta lucha, como la juventud de la LER-QI, que junto a decenas de estudiantes conformaron un “Comité por la efectivización de los tercerizados”. El hecho es que después de la lucha de UNION, la USP ya no es más la misma. El tema de la tercerización tomó su debido lugar y cientos de personas que consideraban la tercerización como una buena salida para los servicios de la Universidad pasaron a rever sus posiciones y considerar que es necesario revertir este proceso. Fue justamente por esto, que el Rectorado fue obligado a retroceder de su posición “que no podía hacer nada”, dejando la responsabilidad por el atraso de los salarios en la empresa UNION, Siemaco (el sindicato) e incluso en la justicia. El pago de los salarios, o sea, el cumplimiento de la reivindicación mínima y sentida del movimiento, fue la única forma de evitar que esta lucha explosiva tomase mayor cuerpo en las semanas siguientes.

Con el lema “no es posible seguir estudiando, trabajando o enseñando en una USP basada en la semiesclavitud” los tercerizados conquistaron un espacio distinto dentro en la Universidad donde el Sintusp cumplió un papel clave, como sindicato combativo, que lucha contra las burocracias sindicales, pero también la presencia de un ala revolucionaria en el propio sindicato, que buscó contribuir con el programa y la experiencia de la mejor tradición del movimiento obrero clasista, para que confluyendo con la espontaneidad y radicalización de esos trabajadores, pudiese llevar el conflicto hasta la victoria. La conquista de los salarios fue festejada con mucha fuerza por los trabajadores, pero sabiendo justamente que no era la victoria final. Que la mayor conquista fue abrir de forma explosiva esta discusión en la Universidad, y ahora se trata de seguir en la lucha estratégica por la efectivización de los tercerizados reorganizando a todos los sectores que se pronunciaron en esta lucha y conquistando más aliados para imponer esta derrota al Rectorado y al gobierno.

En un momento en que el gobierno de Dilma sufre el fenómeno de las rebeliones obreras en las obras del PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento) y que las burocracias sindicales negocian el despido de más de 6.000 obreros en Jirau, desde la Liga Estrategia Revolucionaria aportamos para transformar una pequeña lucha por salario y mejores condiciones de trabajo en una gran batalla de clase y es a partir de estas posiciones que conquistamos dentro de la Universidad de San Pablo, que queremos ser vanguardia en la construcción de una campaña nacional contra la precarización laboral, contra las pésimas condiciones de trabajo y por la efectivización de todos los tercerizados, sin necesidad de concurso público, para que las lecciones de cada lucha obrera pueda ser parte de un plan estratégico contra la política de la burguesía de dividir a la clase trabajadora entre efectivos, tercerizados, precarizados y temporarios. El PSTU y la CSP-Conlutas deberían estar a la vanguardia de este movimiento, en lugar de ser parte de la Comisión de Negociación con el gobierno, que sólo está sirviendo para negociar los despidos de miles de trabajadores. Por todo esto, este 1° de mayo debemos levantar muy fuerte la bandera por la unidad de las filas obreras. ¡Viva la lucha de las trabajadoras y trabajadores de UNION! ¡Ningún despido en las obras en Jirau! ¡Por una campaña nacional contra la tercerización y la precarización y por la efectivización de todos los tercerizados sin necesidad de concurso público!

Por Diana Assun˜ç˜ão y Marcelo “Pablito”, directores del SINTUSP y dirigentes de la LER-QI.

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