Mientras Tabaré Vázquez terminó abrazado con el hijo del dictador Bordaberry, y mantiene la Ley de Caducidad, que permite la impunidad de los genocidas uruguayos, la compañera María Victoria Moyano Artigas, miembro del CEPRODH, hija de desaparecidos, nacida en cautiverio en el Pozo de Banfield, se presentó como denunciante en la causa de los traslados de los detenidos uruguayos en Argentina, en el marco del Plan Cóndor. Así, continúa la lucha para terminar con la impunidad. En el próximo numero de LVO, un reportaje con Victoria.