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MOVIMIENTO OBRERO

Visteon: cierre, cooperativa y después

La multinacional autopartista ratificó su decisión de abandonar la planta de Quilmes. El gobierno y la UOM intervienen con una propuesta de “cooperativa” que generaría más problemas que soluciones.

PTS

7 de agosto 2014

A principios de julio, la empresa norteamericana Visteon paró la producción de su planta de Quilmes, dejando sin trabajo a 240 familias. Después de una toma simbólica por parte de los trabajadores y la UOM, se forzó una negociación con los directivos de la empresa de la que participaron Caló, el Barba Gutiérrez y altos funcionarios de los Ministerios de Trabajo e Industria. Luego de dos semanas de reuniones donde el gobierno ofreció “facilidades” tales como sentarse con las terminales para reflotar clientes y descuentos impositivos, la patronal ratificó su voluntad de cerrar la planta. Finalmente, la UOM anunció un acuerdo que contemplaba el pago de las indemnizaciones con un porcentaje superior al ofrecido inicialmente y la cesión de las instalaciones para que los trabajadores conformemos una cooperativa.

Fuimos notificados por el cuerpo de delegados en una asamblea donde además se planteó que la misma patronal que bajó la persiana se había comprometido a comprar a la cooperativa los pedidos que tenía pendientes al momento del cierre, por lo que tendríamos trabajo solamente durante tres o cuatro meses. El cuerpo de delegados impuso la comisión directiva de la futura cooperativa de manera completamente antidemocrática, amenazando con retirarse si la misma no era aceptada. Además, cada obrero que decida quedarse estará obligado a depositar $30.000 en carácter de “seguro frente a eventuales crisis”. Esto generó malestar por la desconfianza que viene despertando el accionar de la UOM durante todo el conflicto, que llevó a que más de la mitad de los operarios decidieran irse de la fábrica.

Hasta el momento, los trabajadores no tuvimos acceso al acuerdo firmado y no existe ningún plan de trabajo coherente, más allá del extraño arreglo con la misma patronal que nos dejó sin laburo. En vez de luchar para que el Estado se haga cargo de la empresa, de garantizar la provisión de materia prima, la producción y comercialización de los productos bajo gestión de los trabajadores en un rubro tan complejo como el de la industria automotriz, se propone que nosotros carguemos con los costos del desastre que dejó Visteon, quien además se da el lujo de mantener activos en el país. Esta salida que propone el gobierno, de la mano de Caló y el intendente Gutiérrez, sólo busca tapar el escándalo que representa el tendal de suspensiones y despidos que empiezan a dejar las multinacionales. El primer paso que tenemos planteado los trabajadores de la ex Visteon es la pelea por recuperar las asambleas, para decidir democráticamente cómo luchar por la defensa de nuestros puestos de trabajo.

Trabajador de Visteon

Prensa

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