Nuevamente nos movilizamos por juicio y castigo a los genocidas que actuaron en la dictadura, pero también por las demandas actuales de los trabajadores y los sectores populares, comenzando por la absolución de los petroleros de Las Heras. Por el apoyo a los trabajadores de la educación, a los que hoy se ataca con un fallo escandaloso, hecho por un juez que fue parte de la policía de Camps durante la dictadura. También denunciamos a César Milani, reclamando su destitución como jefe del Ejército por haber sido parte del genocidio. Estas son las demandas principales dentro de una marcha que es contra el ajuste que aplica este gobierno, siguiendo la política de los mismos grupos económicos que realizaron la dictadura y que hoy quieren descargar la crisis sobre los hombros de los trabajadores. También denunciamos la criminalización de la protesta.
Creo que hay muchas contradicciones en los que han ido al acto oficial, porque reivindicar a 30.000 desaparecidos no es congruente con tener al frente del Ejército a Milani o reivindicar el fallo que condenó a los petroleros. Las contradicciones son de quienes defienden los intereses de un gobierno que está yendo claramente a la derecha y aplicando el ajuste.