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NACIONAL

“Ya hay suficientes elementos para pedir prisión perpetua”

Entrevista a María del Carmen Verdú, miembro de CORREPI y abogada querellante por Nelson Aguirre y otros heridos en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra.

PTS

6 de septiembre 2012

¿Qué novedades hubo esta semana en el juicio?

El jueves 30 y el lunes 3 desfilaron efectivos de la Bonaerense, de la Federal y también un gendarme. Como escribimos en nuestro blog [www.juiciomarianoferreyra.blogspot.com.ar, NdR], "no es un policía, es toda la institución... que tiene amnesia". Desde una subteniente operadora del 911 hasta el comisario inspector Recalde, jefe de investigaciones de Asuntos Internos, todos fueron atacados por el virus de la desmemoria. Ninguno aportó nada sustancial. Salvo algún detalle preciso como, por ejemplo, un sargento de Quilmes, que conocía a Favale desde antes del crimen, al que éste lo llamó varias veces para contarle que "había estado en el problema ése en Capital" y le pidió que le avisara cualquier cosa que supiera.

Muchos de estos testigos no difieren mucho de los acusados. El comisario Alejandro Recalde, por ejemplo, es un viejo conocido de CORREPI.

Subcomisario en la 48ª y la 50ª, dos comisarías que por esos años escrachamos por el fusilamiento de Marcelo Báez y por los casos de gatillo fácil del sargento Solanes, alias "El Percha".

El martes declaró un testigo “protegido”

Sí, un empleado de UGOFE afiliado a la Unión Ferroviaria que fue convocado para integrar el grupo de choque ese día y que horas después del ataque declaró lo que vio y oyó en Barracas.

Este martes testimonió bajo inusuales medidas de seguridad. La sala sin público ni prensa, los imputados detrás del blindex y la prohibición de usar celulares ni nada electrónico. Ingresó camuflado con gorra, anteojos y barba y bigotes postizos.

Relató que ese día lo convocó un hombre del gremio, el "Tano" Carnevale. Que cuando llegó al Puente Bosch había un grupo de la UF dirigido por Pablo Díaz, donde reconoció a González y Sánchez, dos de los imputados. Que después vio llegar a otro grupo que gritaba que había que ir "sacar a la mierda a estos zurdos". Ahí estaba Favale, a quien identificó después por videos como el tirador.

Dijo "los nuestros la empezaron", confirmando que los tercerizados estaban lejos y fueron atacados cuando se estaban yendo. Que Favale disparó 4 o 5 veces hasta que se le trabó el arma y que al volver todos a las vías Pablo Díaz le dijo al Favale “sacá los fierros” pero éste contestó “no traje mucho”.
Recordó que después llegó la policía y que, ya resguardados bajo el puente, Favale dijo "viste ese zurdo, el gil de la gomera, le agujereé la panza". Que sonó el celular de Díaz, habló unos segundos, cortó y ordenó la retirada. "Dice el Gallego que nos tenemos que ir", dice el testigo que dijo Díaz. El “Gallego” es Fernández.

Se le preguntó si anteriormente había visto a personas de la UF armadas, y respondió que en sectores como Encomiendas o el edificio de Hornos 14 hay empleados armados listos para cumplir "tareas" tanto de UGOFE como de Ferrobaires. Antes de terminar volvió a reconocerse y a reconocer a los que nombró en los videos de C5N y de la Policía Federal registrados ese día.

¿Qué balance hacés de estas doce primeras jornadas?

Con lo escuchado hasta hoy ya hay suficientes elementos para alegar y pedir prisión perpetua para todos los imputados. Las víctimas, por una parte; los policías no imputados por otra, y este martes un "arrepentido", aportaron elementos que muestran cómo y por qué se planificó el ataque; cómo se reclutó la patota; qué negocios defendían; cómo se ejecutó la medida "aleccionadora" y cuál fue el rol central de la policía para garantizar que el ataque se cumpliera y sus ejecutores escaparan seguros y llevándose las armas. Faltan declarar 300 testigos más, muchos tercerizados y de las organizaciones que los acompañaban; faltan los peritos y están incorporadas las escuchas telefónicas, los cruces de llamadas, la documentación secuestrada que prueba el gigantesco negocio que comparten la patronal, la burocracia sindical y el estado.

Por otra parte, a pesar de que el interés de los medios del sistema ha decaído y prefieren dar más espacio a casos más "jugosos" como el juicio a De La Rúa por las coimas del Senado, la permanente presencia en las audiencias de compañeros de todos los ámbitos de la militancia de izquierda (sindical, estudiantil, antirrepresivo, político, social) demuestra que, para el pueblo trabajador, esto no es una anécdota ni un caso aislado ni individual. El juicio contra los asesinos de Mariano Ferreyra pone sobre el tapete una modalidad de la represión selectiva, profusamente usada por el gobierno peronista de los Kirchner: así como tercerizan el trabajo para aumentar sus ganancias, tercerizan la represión para lavarse las manos y pretender que son ajenos a una faceta más de la forma en que descarga la represión sobre la clase trabajadora. Llegamos a este juicio con militancia, organización y lucha. No es otro que ése el camino a la condena.

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