logo PTS

Nacional

(nota exclusiva en internet)

Abajo el tarifazo

Luego del retroceso de agosto, el gobierno vuelve a la carga con el aumento de las tarifas de luz y gas (que en algunos casos llegará al 400%) a partir del 1° de octubre, y prepara otro tarifazo para inicios de 2010. El objetivo es destinar lo recaudado a solventar la importación de gas, fuel oil y electricidad, además de bajar los subsidios a las empresas de energía. El miércoles 7 la oposición intentó anular el aumento en el Congreso, mientras se producían movilizaciones en apoyo a esta medida.

Armando Mouzo

8 de octubre 2009

Luego del retroceso de agosto, el gobierno vuelve a la carga con el aumento de las tarifas de luz y gas (que en algunos casos llegará al 400%) a partir del 1° de octubre, y prepara otro tarifazo para inicios de 2010. El objetivo es destinar lo recaudado a solventar la importación de gas, fuel oil y electricidad, además de bajar los subsidios a las empresas de energía. El miércoles 7 la oposición intentó anular el aumento en el Congreso, mientras se producían movilizaciones en apoyo a esta medida.

El tarifazo es consecuencia, en primer lugar, del fracaso de la política energética del gobierno que mantiene las privatizaciones menemistas, la provincialización de los recursos hidrocarburíferos y la renegociación de los contratos con las multinacionales extranjeras del sector. Estas empresas, lejos de invertir en la exploración se dedicaron a exportar lo que pudieron mientras abastecían el mercado interno. Al crecer la economía se abrió una crisis, ya que no alcanzaba lo que se destinaba al mercado local. Ante esto, el gobierno tuvo una política de incentivos impositivos para estimular la inversión, una política que fracasó rotundamente. Por otra parte, para sostener la demanda interna comenzó a importar gas, electricidad y fuel oil, con subsidios del Estado, mientras siguió permitiendo la exportación.
Al entrar en crisis la economía y menguar los recursos estatales, esta política de subsidios comenzó a hacer agua. Por eso, el gobierno recurre a los tarifazos, para que sea el pueblo el que pague los costos de una crisis provocada por la misma política del kirchnerismo.

Pero esta política tiene un costado aún más crítico, el 39% de la población, unos 16 millones de personas, carece de gas natural . Esto lleva a compensar esta carencia con un mayor consumo de energía eléctrica, lo que hace que muchos hogares pobres, consuman más de 1.000 kWh (a partir de aquí corren los aumentos), soportando los costos del incremento. Mientras, una pareja que vive en Recoleta, y que consume por debajo de los 1.000 kWh, no pagará un peso más. Otra forma en que se castiga el consumo de los hogares pobres reside en que, producto de la crisis, en un mismo hogar conviven más de una familia, por ejemplo, los padres y los hijos casados con sus respectivos hijos, lo que lleva a superar largamente el límite impuesto por el gobierno. Esto hace mucho más inequitativo el aumento y demuestra que también el tarifazo golpeará más a los hogares pobres.

Una salida realista

La oposición patronal aprovecha la impopularidad de la medida, y llama a rechazar el incremento, a la vez que utilizan el Congreso para amplificar su voz, sin embargo en ningún momento cuestionan las privatizaciones, el esquema exportador, o la provincialización de los recursos hidrocarburíferos. Es más, cuando estuvieron en el gobierno (radicales o peronistas no K), continuaron con la misma política de Menem. Peor aún, los liberales del PRO reivindican abiertamente esta política.

Pero la centroizquierda tampoco propone una salida de fondo. Claudio Lozano (Proyecto Sur) esbozó como solución los siguientes puntos: “derogar los decretos que establecen la libre disponibilidad de hidrocarburos y crudo: somos un país de producción pero no petrolero; hacer una revisión de las concesiones para que los que no invierten se vayan y aplicar la ley 17319 que impide a cualquier petrolera explotar más de cinco áreas” (CADENA 3.COM 12/8/2009). Por su parte, Pino Solanas dijo que “el gobierno y la oposición patalean en el vacío, porque no se trata de mantener este fracasado sistema que durante 20 años vive de subsidios o aumentos tarifarios, sino de pararse seriamente frente al fracaso de la estafa privatizadora, que exige cancelar las concesiones que incumplieron con los contratos y crear una empresa energética nacional como tiene Brasil, donde Petrobrás es el motor de su economía y es mayoritariamente de dominio público, ¿Qué hace el gobierno pagando deuda externa con reservas del Banco Central en lugar de invertir en esta empresa argentina?” (www.pinoseplanta.com – 06/08/2009).

Como se puede observar, no plantean la expropiación sin pago de YPF y demás petroleras y bajo la administración de los trabajadores, que es la única forma en que se podrá poner estos recursos estratégicos al servicio de los trabajadores y el pueblo. La propuesta de Pino, en el mejor de los casos, lleva a la construcción de una nueva petrolera, que compita con los poderosos pulpos imperialistas del sector.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: