El ataque aéreo israelí sobre la Franja de Gaza se intensificó con una incursión terrestre desde el 3 de enero, que incluyó tanques y fuerzas de infantería con el objetivo de sitiar la ciudad de Gaza. El ataque terrestre se suma a los bombardeos continuos a la población que soporta una verdadera carnicería que ya suma 700 muertos y más de 3.000 heridos, de los cuales casi la mitad son mujeres y niños.
Esta operación, que el Estado terrorista de Israel justifica con un supuesto "derecho" a defenderse, se desarrolló con el "visto bueno" de los países imperialistas. En contraste, miles de personas en todo el mundo se han movilizado para expresar su rechazo a los ataques de Israel sobre Gaza.
El 7 de enero, un día después de bombardear 3 escuelas de la ONU en Gaza que funcionaban como centros de refugiados, asesinando a más de 40 personas, Israel hizo una cínica pausa de tan sólo 3 horas en los bombardeos para que ingrese ayuda humanitaria. A su vez, la Cruz Roja Internacional declaró que la crisis en la Franja es total y que ha alcanzado un "punto extremo", sin alimentos, electricidad, agua potable ni medicamentos, donde las ambulancias no pueden llegar a los heridos debido a los bombardeos, las morgues y los hospitales están superpoblados y se ven obligados a atender sólo operaciones de urgencia.
Al cierre de esta edición, y en el marco de crudos ataques contra el pueblo palestino, los presidentes de Egipto (Hosni Mubarak) y Francia (Nicolás Sarkozy) presentaron una propuesta de alto el fuego que representa una salida reaccionaria del conflicto. El acuerdo comprende una retirada de Israel de la Franja de Gaza, un cese el fuego, una apertura de la frontera entre Egipto y Gaza, pero que iría acompañado de la presencia de una fuerza internacional o de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina de Abbas, presencia que apunta a impedir que Hamas se "rearme". Por otro lado, queda por definirse aún qué pasará con el bloqueo israelí a la Franja de Gaza, ya que Hamas lo presenta como un punto necesario para sentarse en la mesa de negocaciones, mientras que Israel ha demostrado ya durante la tregua anterior que no está dispuesto a levantar el cerco sobre la Franja.
Ningún acuerdo impulsado por los países imperialistas y la ONU, junto a los gobiernos cipayos de la región, como Egipto, será favorable para los intereses del pueblo palestino. Por si quedaran dudas, las declaracinoes del mismo Mubarak lo aclaran: “Hamas no puede resultar vencedor del conflicto”, le dijo a funcionarios europeos, según el diario israelí Haaretz. Por su lado, Estados Unidos mantiene su negativa a votar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU por un cese el fuego.
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