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Brutal represión del gobierno kirchnerista en La Quiaca

El pasado viernes 6 de junio se hizo pública, a través de los medios nacionales, la violenta represión desatada contra los desocupados y pobres de La Quiaca. Muchos compañeros cayeron heridos por la saña de la policía que disparó a mansalva con balas de goma.

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12 de junio 2008

El pasado viernes 6 de junio se hizo pública, a través de los medios nacionales, la violenta represión desatada contra los desocupados y pobres de La Quiaca. Muchos compañeros cayeron heridos por la saña de la policía que disparó a mansalva con balas de goma.

Nucleados en la Multisectorial, que organiza a diferentes sectores populares, reclamaban el aumento de los planes de empleo de 150 a 500 pesos, mercadería y aumento del presupuesto para los comedores, el acceso a la tierra para los campesinos, la extensión del tendido de agua potable y denuncian la contaminación de las empresas mineras. Los reclamos son propios de la terrible situación que se vive en La Quiaca, que no es ajena a la del resto de Jujuy. Según denuncia la Multisectorial, la desnutrición va en aumento y es imposible alimentar a los niños que asisten a los comedores con 60 centavos por día. El 60% de la población activa no tiene trabajo y para los que lo tienen, el aumento de los precios se viene devorando los bajos salarios. Cada vez es más difícil el acceso a los alimentos y productos básicos, siendo los trabajadores desocupados los más vulnerables. El elevado precio de la harina es un escándalo, una bolsa de 50 kilogramos cuesta entre 100 y 110 pesos, cuando en mayo el precio rondaba los 50 pesos. También resulta escandalosa la especulación de los grandes comerciantes, que aprovechan las ventas en la zona fronteriza con Bolivia, provocando desabastecimiento y generando aumentos de precios. Tan sólo en el mes de abril, la inflación desatada desde el paro del campo, fue del 4% en la provincia, lo que -dicho sea de paso- pone en ridículo las declaraciones del Secretario de Gobierno, Costas, quien afirma que “el campo no afecta a Jujuy”.

Mientras tanto, a pocos kilómetros las multinacionales de la minería se llevan millones, sin siquiera pagar impuestos, y superexplotando a los trabajadores, además de contaminar los suelos, el agua y el medio ambiente.

Todo el apoyo a los luchadores de La Quiaca

La Multisectorial venía endureciendo las medidas de lucha luego de idas y venidas con los funcionarios locales y autoridades provinciales. Sin obtener respuesta concreta, se cortó el paso internacional a Bolivia, el cura Jesús Olmedo se “crucificó” para finalmente tomar la Municipalidad. Los reclamos populares y la brutal represión muestran los estrechos límites de la política de “pacto social” de bajos salarios que viene impulsando el gobierno junto a los partidos de la oposición (UCR), funcionarios y políticos del PJ, empresarios, la Iglesia, los sindicatos y organizaciones sociales.

El gobernador Barrionuevo, sigue desentendiéndose de los reclamos. Primero, minimizando los hechos, planteando que, “no hubo represión sino que se dio una circunstancia lógica de forcejeos y empujones porque la gente no accedió tan fácilmente a salir”. Y ahora declara que la solución a los reclamos está en manos del gobierno nacional y municipal. Barrionuevo busca asegurar su poder, garantizando grandes ganancias para los empresarios, como el aumento del boleto de colectivo y los servicios, a la vez que mantiene los salarios congelados.
A diferencia de las direcciones sindicales, de la CTA y del Frente de Gremios Estatales, que han limitado sus reclamos a un adelanto de las cuotas del mísero aumento del 20% firmado en marzo, la Multisectorial, con sus reclamos, viene poniendo trabas al “pacto social” del gobierno.

Es necesario rodear de solidaridad a la lucha del pueblo de La Quiaca que enfrenta la pobreza que nos imponen los gobiernos y empresarios. Los trabajadores no podemos permitir ninguna represión ni atropello más. Creemos que es necesario profundizar el reclamo y apelar a la unidad con los trabajadores ocupados y desocupados de toda la provincia, organizándonos desde la bases, exigiendo a las direcciones sindicales de la Multisectorial, la CTA y el Frente de Gremios Estatales, luchar por trabajo genuino y un aumento general de salarios igual a la canasta familiar, la escala móvil de salarios, un incremento de los presupuestos para obras públicas, viviendas, salud y educación, que sean controlados por los propios trabajadores y permitan generar miles de puestos de trabajo.

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