En la Capital Federal, este 24 se realizaron tres actos. Cabe mencionar el acto oficialista de Hebe de Bonafini que junto, entre otros muchos, al piquetero Cevallos, devenido en funcionario, saludaron la política gubernamental no sólo en materia de derechos humanos, sino la “actitud del presidente de decir ‘no’ a la prepotencia de las multinacionales”. Nos preguntamos con qué artilugio semántico maquillarán ahora los “luchadores oficialistas” los cordiales diálogos con los mentores y asesinos del pueblo de Irak, como Rumsfeld y Condoleezza Rice.
Por otro lado, los organismos históricos (Abuelas y Madres de Plaza de Mayo -Línea Fundadora-, CELS, Familiares, APDH, SERPAJ, Hermanos e H.I.J.O.S.) decidieron hacer su propio acto, distanciándose también de toda postura que pudiera ir contra el gobierno. Recibieron días después el beneplácito del macartista Verbitsky por haberse negado “a la manipulación y a la prepotencia de aquellos aparatos y marcharon por separado”. Lamentablemente, ellos fueron los principales sostenes de Ibarra, denunciando un ridículo “golpe” y avalando activamente el plebiscito trucho que ni Ibarra puede sostener y que todos los familiares de las víctimas repudian.

El CeProDH y el PTS marchamos este 24 de marzo, junto a un enorme arco de organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y de derechos humanos con las que conformamos el espacio Memoria, Verdad y Justicia, bajo la bandera: “Hoy como ayer, basta de impunidad, hambre, entrega y represión”. Los ejes centrales del documento leído en Plaza de Mayo expresaban, en general, que éste era un acto antigubernamental, ubicado además, en la vereda opuesta a los que hacen de comparsa a Ibarra, denunciando y exigiendo la cárcel para el principal responsable de la muerte de 194 jóvenes en la masacre de Cromañón.
La nutrida columna del PTS se destacó por expresar en las calles el repudio a las amenazas y ataques que venían sufriendo los trabajadores del subte y de Zanon que venían siendo atacados y amenazados, junto a la defensa de la gestión obrera de la fábrica ceramista. Exigimos además, junto al resto de las organizaciones, la libertad de los presos de Caleta Olivia y de la Legislatura; y denunciamos al gobierno de Kirchner, que mientras despotrica contra el FMI y el imperialismo, venía de hipotecar el país hasta el 2042 gracias al “megacanje” tan celebrado y que fue en auxilio de Bush enviando tropas a Haití.