El sábado 4 de febrero la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) votó que la cuestión de las actividades de las plantas nucleares en Irán sean tratadas en el Consejo de Seguridad de la ONU. Con esta medida es posible que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte duras sanciones contra Teherán, repitiendo de algún modo la escalada de presiones que en torno a Irak, entre los años 2000 y 2003, derivó en su invasión y ocupación por parte de EE.UU.. Esta resolución fue motorizada y aprobada por EE.UU., Gran Bretaña, Francia y Alemania. Entre los miembros latinoamericanos integrantes de la AIEA acompañaron sin chistar esta moción Brasil y la Cancillería “progresista” de Kirchner y Taiana. Venezuela y Cuba votaron en contra.
El diario La Nación explica este posicionamiento servil del gobierno argentino: “Las relaciones diplomáticas entre la Argentina y los Estados Unidos comenzaron a transitar una nueva etapa en la cual- en forma bilateral- se busca una mejor sintonía de diálogo.” (...) “El acercamiento en las relaciones bilaterales entre ambos países tiene entre otros objetivos buscar posiciones comunes frente al conflicto internacional con Irán. En ese sentido, Argentina se encolumnó tras la decisión de la Organización Internacional de Energía Atómica de llevar el conflicto al seno del Consejo de Seguridad de la ONU” ( La Nación 7/02/06).
De este modo el gobierno de Kirchner contribuye al aislamiento diplomático de Irán catalogado por el gobierno de Bush como parte del “eje del mal”. Al mismo tiempo sostiene el discurso hipócrita del imperialismo que habla de no proliferación de armas nucleares cuando EE.UU. posee una capacidad atómica para destruir varias veces el planeta mientras su principal aliado en Medio Oriente, el Estado de Israel también posee armas de destrucción masiva. Por último también se desnuda el doble discurso del gobierno que se llena la boca hablando sobre “soberanía nacional” entre tanto paga la deuda externa y se pone del lado del imperialismo que atenta contra el elemental derecho de la autodeterminación de los pueblos musulmanes de Medio Oriente y Asia.