Los trabajadores de comedores escolares somos tercerizados (desde el ‘93) del Gobierno de la Ciudad. Las concesionarias nos contratan por el año lectivo, de marzo a noviembre; no cobramos los 15 días de vacaciones de invierno ni las de verano (no trabajamos, no cobramos). Si nos dan trabajo en colonias de verano nos pagan en negro, con menor sueldo y peores condiciones de trabajo, porque ponen menos gente para mayor cantidad de chicos; por lo tanto trabajamos mas horas. A las mujeres nos persiguen para que renunciemos cuando estamos embarazadas, o no nos pagan el prenatal si seguimos trabajando. Cuando nuestros hijos se enferman y faltamos nos suspenden.
El GCBA entregó la alimentación de los niños a empresarios que se enriquecen entregando alimentos de inferior calidad, para reducir costos, y que muchas veces no cubren los niveles mínimos de nutrición.
Sabemos que Telerman está muy metido en la empresa porque ellos mismos dicen que no tienen miedo de perder las licitaciones. También se sabe que hay arreglos con las inspecciones.
Barrionuevo, de la vieja política ahora convertido en “joven K” por la caja kirchnerista, cómplice de esta política, anuncia un paro (18/7) porque la situación de los gastronómicos no da para más. Pero sólo lucha por aumentos miserables.
Los trabajadores tenemos que pelear por aumento salarial acorde a la canasta familiar y mejores condiciones de trabajo para terminar con el trabajo precario en el GCBA.
 
Trabajadora de comedores escolares