El 5 de julio, comienza el juicio oral y público al ex capellán de la policía bonaerense Christian Von Wernich, confesor del ex jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps. Las audiencias se harán los lunes y jueves en la Sala de Audiencias de los Tribunales de La Plata, en 8 y 50.

Von Wernich está acusado de participar en lo que se conoce como el “circuito Camps”, una serie de centros clandestinos de detención, torturas y eliminación de personas, desplegado desde las estructuras estatales durante la dictadura militar.

Se lo juzga por su participación en 7 homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad, delitos cometidos en 5 campos de concentración del “Circuito Camps”: Arana, Brigada de Investigaciones y Comisaría 5°, todos del partido de La Plata, Puesto Vasco, ubicado en Bernal, Pozo de Quilmes y COT I Martínez.

Von Wernich fue una pieza clave del genocidio y es evidente que en este juicio saldrá a la luz el rol cómplice que tuvo la jerarquía eclesiástica con la dictadura. La abogada Myriam Bregman, integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos: “vamos a reiterar la acusación que hicimos contra Etchecolatz por genocidio. La desaparición de Julio López nos debe alertar. Decena de querellantes han decidido instar esta causa. Se lo juzga por el paso de seis centros clandestinos de detención. Tuvo una participación muy activa en la tortura y la muerte. No se arrepiente en ningún momento. Es un personaje sumamente nefasto. Esto abre el debate sobre qué rol tuvo la cúpula eclesiástica durante la dictadura. Von Wernich es uno de los tantos sacerdotes que participaban de la tortura y la muerte”. Este juicio cobra aún mayor importancia en momentos que el manto de impunidad que se ha tejido sobre la desaparición de Julio López muestra nuevas complicidades de las “fuerzas de seguridad” en funciones como, entre otros, las autoridades del servicio penitenciario desde donde Echecolatz y sus amigos habrían planeado el secuestro de Julio López. Al mismo tiempo, recrudecen las amenazas como la realizada a la oficina del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), que apareció pintada con esvásticas y otros mensajes intimidatorios.

En los próximos números de La Verdad Obrera iremos dando cuenta de toda la información sobre el juicio.