El famoso “diálogo” que convocó el gobierno es una conspiración contra los trabajadores. Con la devaluación que amenaza la UIA, el ajuste fiscal que quiere la Mesa de Enlace sojera, o los topes salariales que arregla Moyano con los Kirchner; la crisis la pagamos de nuestro bolsillo. Apertura de las paritarias.
Basta de trabajo en negro. Que las asambleas fijen el reclamo de aumento acorde a nuestra canasta familiar, y se elijan delegados en la base –como en el Subte– para discutir el salario y el empleo. Plan de lucha nacional de todos los sindicatos: que la CGT y la CTA rompan el ‘consenso’ contra el salario. No al Consejo Económico y Social.