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MYRIAM BREGMAN Y CHRISTIAN CASTILLO:

“Cristina y los medios ocultan que la izquierda recibió más de 500.000 votos”

Desde La Verdad Obrera le hacemos un reportaje a los candidatos del PTS en el Frente de Izquierda, Myriam Bregman y Christian Castillo.

PTS

2 de julio 2009

LVO: En la conferencia de prensa que realizó el día siguiente a las elecciones Cristina Fernández mencionó la suma nacional de los votos de los distintos partidos a nivel nacional pero ocultó la votación de la izquierda

Myriam Bregman: Así es. Cristina y la prensa capitalista han coincidido en ocultar que la suma de votos de la izquierda supera los 520.000. Tratan por todos los medios de minimizar que pese a la polarización inducida por los grandes medios y a que tuvimos que enfrentar campañas multimillonarias, hubo un franja de trabajadores y de la juventud que votó por las candidaturas de lo que Clarín llama la “izquierda dura”, es decir, que se plantea una salida anticapitalista frente a la crisis en curso. Esto es significativo si además tenemos en cuenta que existió una fortísima promoción mediática de las candidaturas de centroizquierda, tanto de Sabbatella como de Solanas, con una presencia televisiva al nivel de las principales candidaturas de los partidos burgueses, mientras que los principales candidatos de la izquierda no fuimos prácticamente invitados a los principales programas políticos y apenas publicaban nuestras posiciones en los diarios de tirada nacional. Esto pasó tanto con Pitrola como con Heberling, con Altamira, con Christian Castillo, con Liliana Olivero o conmigo. Incluso un artículo de Clarín del día martes que agrupa a los votantes por espacio político suma sólo 320.000 votos, es decir, 200.000 menos de lo que, según los datos oficiales, obtuvimos sumados el PO, el Frente de Izquierda y el MST.

Christian Castillo: En los casos del Frente de Izquierda y del PO es un avance importante respecto de los votos obtenidos en la elección de 2007. El Frente pasó de 84.000 votos a casi 180.000 y el PO de unos 110.000 a unos 220.000. La única organización que retrocedió de lo que obtuvo dos años atrás fue el MST, pagando el costo de su apoyo a las patronales agrarias y sus llamados a la unidad con la centroizquierda. Es una corriente que viene en franca decadencia política, alejándose en forma creciente de posiciones revolucionarias.

LVO: El Frente de Izquierda obtuvo sus mejores resultados en Provincia de Buenos Aires y en Córdoba.

MB: Efectivamente. En Provincia de Buenos Aires la lista en la cual participé junto a Héctor Heberling del MAS y a Juan Carlos Giordano de Izquierda Socialista obtuvo alrededor de 110.000 votos, un 1,47%. Los mejores resultados fueron en el conurbano bonaerense y en La Plata, Berisso y Ensenada, saliendo en algunos distritos a unos pocos votos de la lista de Sabbatella. En Provincia PO también subió sus votos respecto de la elección anterior, sacando un 1,07%. Y en Córdoba tanto en la lista a Diputados Nacionales encabezada por Liliana Olivero y Leticia Celli como en la de senadores encabezada por Gabriela Lamelas Paz hicimos una elección muy buena, con una cifra superior al 2% en toda la provincia y de un 3,5% en la Capital de la provincia mediterránea. Al igual que en Provincia de Buenos Aires, el Frente fue en Córdoba la quinta fuerza distrital y la primera de la izquierda. Esto es muy importante porque tuvimos nuestros mejores resultados en los distritos que tienen las principales concentraciones obreras del país. También tenemos que señalar que el PO, por su parte, hizo una muy buena elección en Salta, donde obtuvo un 7,32% y en Catamarca, donde sacó un 5,09%. Y que también fueron buenos los resultados de las listas de izquierda en Neuquén y Santa Cruz. Fue una lástima que el Partido Obrero no quizo formar parte del Frente, ya que una única lista con un programa clasista hubiera sido la mejor forma de enfrentar a las variantes patronales y a la centroizquierda.

LVO: En Capital el fenómeno dinámico no fue la izquierda sino Pino Solanas

ChC: Cierto. Solanas, con una abrumadora presencia en los medios, aglutinó los votos de la gran mayoría de la centroizquierda y la izquierda de la Ciudad. Aquí el mayor retroceso fue del MST, donde gran parte de los votantes de Patricia Walsh rechazaron el apoyo dado a la Mesa de Enlace.
Igualmente creo que lo importante no es discutir si una lista sacó un voto más que otra sino los desafíos estratégicos que tenemos planteados desde las fuerzas que nos reivindicamos de la izquierda obrera y socialista.

LVO: ¿Cuáles son esos desafíos?

ChC: Estamos en medio de una situación donde la crisis política abierta con el resultado electoral, con una vacancia de liderazgo en el peronismo en medio de la crisis capitalista internacional, plantea la posibilidad de avanzar en la construcción de un partido de trabajadores que levante un programa anticapitalista. Es el “ya no del kirchnerismo” y el “todavía no” de su reemplazo por parte de la burguesía. Es el final del ciclo kirchnerista, con lo cual entra en crisis la idea de una mejora gradual de sus condiciones de vida que tuvieron en estos años muchos trabajadores, en particular a las franjas sindicalizadas, que incluso volvieron a votar en esta oportunidad a Kirchner como mal menor frente a De Narváez. La política de la izquierda no puede reducirse a una intervención rutinaria en las luchas, en las elecciones sindicales y cada dos años presentarse en las elecciones nacionales con llamados a la unidad de la izquierda en general. Tenemos planteada por delante una gran batalla en los sindicatos y sus organizaciones de base, impulsando tendencias político-sindicales clasistas que peleen por barrer a la burocracia y enfrenten su política de colaboración de clases. Una burocracia que no sólo frena las luchas sino que juega un papel fundamental para evitar que la clase obrera avance hacia posiciones de independencia política frente a las variantes patronales. Pensar que la izquierda puede favorecer el desarrollo de una alternativa política clasista, en perspectiva revolucionaria, por fuera de esta batalla en el seno de las organizaciones de masas de la clase obrera, es una ilusión. Por ello los votos obtenidos por la izquierda en estas elecciones tienen que estar para nosotros al servicio de este desafío de pegar un salto en nuestra influencia orgánica en la clase trabajadora, dando pasos en construir un gran partido de la clase trabajadora que pueda ser un factor de peso en los acontecimientos de la lucha de clases y en la crisis política que se abre, que se preanuncian crecientemente convulsivos. Por ello sería muy positivo que esta perspectiva la impulsáramos en común con los compañeros del MAS y de Izquierda Socialista, con los que formamos el Frente de Izquierda, y también con el PO. Y también con los militantes del MST que vean que la salida pasa por una política de independencia de clase y enfrenten el curso político de su dirección, que ya los llevó a ir tras la Sociedad Rural y ahora se prepara para un seguidismo aún mayor a la centroizquierda.

MB: Es muy importante el debate que han abierto los dirigentes del Sindicato Ceramista de Neuquén, de dar pasos más audaces para pelear por una política de lucha consecuente y por la construcción de una herramienta política de los trabajadores en el seno de las organizaciones obreras mayoritarias. Ellos están planteando, como primer paso, pelear por esto en la CTA neuquina. Hay que tener en cuenta que los dirigentes de esta central impulsan alianzas políticas con partidos patronales. Formaron el UNE que terminó siendo parte del gobierno municipal con los radicales K y los kirchneristas ¡y este gobierno terminó reprimiendo asentamientos de familias sin techo en el Barrio Confluencia!

Si frente a la situación que se abre no transformamos en fuerza política independiente la fuerza social de la clase trabajadora, será la clase dominante la que descargue la crisis sobre los trabajadores y encuentre un recambio al kirchnerismo. Es por esto que proyectos como los de Pino Solanas o Sabbatella no tienen destino más allá de su éxito electoral favorecido por la presencia mediática y la expectativa de ciertos sectores en qué es posible lograr una “humanización del capitalismo”, y después terminan como el UNE de Neuquén. Fenómenos de este tipo ya los vimos anteriormente en otras fuerzas de centroizquierda como fue en su momento el Frente Grande, que al igual que ocurre ahora con Pino y el ex intendente de Morón, fue también apoyado por los principales dirigentes de la CTA, que se oponen a que los trabajadores avancen en su independencia política. En menor medida, ya vimos también lo que pasó con el efímero éxito electoral de Luis Zamora. Por eso de lo que se trata es de construir un partido con decenas de miles de militantes enraizado en la clase trabajadora y el movimiento estudiantil, con la fuerza necesaria para enfrentar a las patronales, la burocracia sindical y a las fuerzas políticas del régimen.


Votos nacionales de la izquierda

Según los datos oficiales, PO obtuvo en los 14 distritos donde se presentó 222.673. La suma de los distritos donde nos presentamos como Frente de Izquierda, los que nos presentamos con la legalidad del PTS –Santa Fe, Neuquén, Mendoza, Jujuy y Tucumán- más los votos de IS en La Rioja –un total de 9 distritos-, 176.593. En el caso del MST, contando la totalidad de los votos de Izquierda Unida en Tucumány la alianza con el MIJD en Bs. As., 121.945 obtenidos en los 12 distritos donde se presentaron.


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