Luego del anuncio de la presidenta sobre la “expropiación” de YPF se abrieron algunos debates. Entre ellos, la Juventud Rebelde tomó posición, opinando que la decisión anunciada sería “un paso adelante”.
La realidad de esta nueva medida “progre” es que se indemnizará a los accionistas, es decir se les pagará la supuesta “expropiación”. No se preguntaron los compañeros/as de la Juventud Rebelde de dónde va a salir la plata para pagar esas acciones. La respuesta es más que clara, la indemnización la va a pagar el pueblo trabajador tanto con ajustes, como con los fondos del ANSES, perjudicando a los jubilados que ya cobran una miseria. Para colmo, de la pequeña parte de la producción hidrocarburifera que pasó a controlar el Gobierno, ya están pensando en dársela a otros pulpos imperialistas como Exxon o Total, entre otros capitales extranjeros, manteniendo así la política y la presencia imperialista. En este debate, los compañeros/as de La Mella y otras fuerzas toman como ejemplo de comparación la expropiación de 17 empresas hecha por el gobierno de Cárdenas (México en los ´30), la cual si se tradujo en nacionalización, ya que colaboraba con el cambio en la estructura económica del país, se sacaba a los capitales exteriores y además no se los indemnizaba. Por este motivo, Trotsky calificaría la medida como progresiva y la apoyaría, por más que no apoyara al gobierno de Cadenas.
Se ve a las claras la diferencia entre ambas situaciones. Con la medida de Cristina, YPF S.A. ni se nacionaliza ni se expropia, es solo un pase de manos, a nuevos negocios, lo que nadie dice es que el costo de este traspaso recae directamente en los trabajadores. No está pensado en función de resolver los problemas estructurales del pueblo como son la vivienda, la educación, la salud o el transporte, sino más bien para seguir llenando los bolsillos de los más ricos.

Apoyar lo bueno, ocultar lo malo

Un dato que los compañeros/as no se encargan de aclarar en su declaración, es que la privatización de la producción de hidrocarburiferos en los ´90 fue abalada por la propia Cristina Fernandez de Kichner, en ese momento legisladora. Privatización que generó pobreza y desocupación y, en consecuencia, piquetes y resistencia. Así fue que, en uno de ellos, asesinaron a Teresa Rodríguez, una de las tantas banderas de lucha que levantamos en común con los compañeros de La Juntada. Teresa Rodríguez vivía en Cutralcó, una de las localidades de la provincia de Neuquén más afectadas por la privatización. Casualmente, unos días antes del anuncio de la presidenta, el 12 de abril se cumplieron quince años de su asesinato, y quince años -también- de impunidad. Pero en la misma provincia también tenemos la contracara, un ejemplo que demuestra que no podemos conformarnos con tan poco y que, si confiamos en nuestras propias fuerzas, podemos ir por todo: La experiencia de Zanon -con 10 años bajo control obrero- nos deja la certeza de que la clase obrera, aliada a los demás sectores oprimidos y explotados, puede hacerse cargo de la explotación y administración de nuestros recursos.
En consonancia con esto, la “izquierda independiente”, cuando opina que hay algo bueno saca una declaración, y cuando hay que repudiar algo tan grave como el "Proyecto X" (espionaje ilegal que termina con el procesamiento de los que salimos a luchar), hace agua e intenta lavarle la cara al gobierno. ¿En qué se expresa esto?: La Juntada, y su consejero estudiantil de La Mella, en el Consejo Directivo de la Facultad de Sociales del día 17 de abril debía presentar la resolución votada en la anterior Asamblea de estudiantes, en relación al Proyecto X, denunciando a la gendarmería en complicidad con el Gobierno Nacional. No solo no se presentó, sino que intentaron modificar el contenido, borrando la parte donde se nombraba la complicidad del Gobierno. Este accionar es una clara concesión al kichnerismo, y nada tiene de "independiente". Tampoco de izquierda: su posición ante la medida de YPF no combate al imperialismo que ha saqueado nuestros recursos naturales indiscriminadamente, abalado por la burguesía nacional, y que es el mismo que en el Estado Español impone una Reforma Laboral, está desmantelando la educación, la salud, etc., a la vez que reprime cualquier tipo de protesta para oponerse a estos ataques y a la persecución a los luchadores que no existía desde los años de la dictadura franquista.
Compañeros/as, nada bueno puede venir de un gobierno que, como representante de un estado burgués, defiende su naturaleza (la propiedad privada), que -como dijimos- fue parte la privatización de los ´90 y que ha demostrado su “sintonía fina”: no nos olvidemos de la masacre de once, de la ley antiterrorista, del Proyecto X, del escándalo político de Boudou, de los afectados por la tormenta en el conurbano, etc. Y como de eso venimos, el gobierno necesariamente tiene que tomar medidas disfrazadas de progresista para generar simpatía y recuperar “la agenda”.
Desde la Juventud del PTS en el Frente de Izquierda luchamos por la expropiación del 100% de todas las empresas, bajo control obrero, y sin ningún tipo de pago a Repsol, que saqueó por años los recursos del pueblo argentino y destruyó el medio ambiente. A la vez que, junto a nuestros compañeros de ClaseContraClase (Partido hermano del PTS) que militan en el Estado Español repudiamos el accionar del gobierno de Rajoy, que mientras defiende los intereses de los buitres de Repsol, reprime y procesa a los trabajadores y estudiantes que salen a luchar contra las medidas de ajuste.