La visita de Bush a México, Guatemala, Colombia, Brasil y Uruguay está teñida por la debilidad y desprestigio en que se encuentra el gobierno norteamericano. A su empantanamiento en Irak y Afganistán se suman más debilidades en la coalición con sus aliados europeos. Semanas atrás, en Italia debió renunciar el primer ministro Romano Prodi (que llegó al poder contra el pro norteamericano Berlusconi) a causa de sostener su alianza con Washington y mantener tropas en Afganistán; y el mismísimo Blair anunció el retiro de 1.600 soldados británicos (un retiro parcial) del Golfo Pérsico justo días después de que Bush redoblara la apuesta con 20 mil efectivos más.
Latinoamérica es el continente donde mayor rechazo popular concita el guerrerismo imperialista norteamericano, por fuera de Medio Oriente, claro está. Concientes de este odio de masas, la gira de Bush y Condoleezza Rice estará presidida por el vano intento de aparecer con rostro humano. "Mi mensaje para los trabajadores y campesinos [latinoamericanos] es que tienen en Estados Unidos un amigo que se preocupa por su difícil situación", dijo Bush. La así llamada "agenda positiva" de la administración Bush para Latinoamérica contiene la promesa de ayuda financiera. Pero resulta que el monto de 1.600 millones de dólares destinado para todos los países del continente es menor al gasto que EE.UU. tiene en sólo una semana para sostener la guerra en Irak, calculado en 2.000 millones de dólares.

Un elefante en un bazar
La gira de Bush pinta para un enorme fracaso: no sólo no podrá revertir su crisis de hegemonía en su propio "patio trasero", sino que, encima, amenaza ser causante de nuevas tensiones y crisis políticas. Por ejemplo, Tabaré Vázquez ya empezó a pagar políticamente su recibimiento al amo del norte con la renuncia del ministro del Interior José Díaz, que se atribuye a su desacuerdo por no haber sido ni consultado por el despliegue de aviones gigantes, helicópteros, limusinas blindadas, barcos, armas y miles de agentes que han copado Montevideo. Este despliegue militar yanky ha causado el revuelo de un sector parlamentario que pide la presencia de la ministra de Defensa en el recinto para dar explicaciones por omitir el permiso del Congreso al ingreso de tamaño material bélico al país. Como un elefante en un bazar, Bush hace este espectacular desembarco en tierra uruguaya en el mismo momento que EE.UU. publica su informe anual sobre derechos humanos dedicándole 9 carillas contra Uruguay por "la situación en las cárceles, la violencia contra la mujer y la discriminación a los afro uruguayos", lo que ha provocado que la propia prensa oficial proteste porque los norteamericanos "se arrogan el derecho de juzgar al resto del mundo".
Tabaré Vázquez venía logrando, hasta ahora, mantener el equilibrio interno maniobrando entre el fuerte apoyo del viejo establishment de los ‘90, por ejemplo en la desesperada búsqueda de las inversiones extranjeras como la de Botnia y las que promete EE.UU. con la firma del TIFA (Tratado Marco de Inversiones y Comercio), y una retórica "progresista", en especial en el tema de derechos humanos y legislación laboral, sin tener desbordes por izquierda significativos dada la colaboración de la central sindical PIT-CNT. Ahora, el diario La República habla de una "rebelión en las bases del Frente Amplio" ya que varios sectores se sumarían a las manifestaciones contra Bush. Una de éstas es la marcha que se vio obligada a encabezar la PIT-CNT (buscando contener el repudio para que no se transforme en antigubernamental), que se mantiene oficialista y, más a la izquierda, marcharán más de 40 organizaciones que conforman la Coordinadora Antiimperialista y cuestionan abiertamente al gobierno, preparándose para recibir a una delegación de asambleístas de Gualeguaychú en la primera manifestación argentino-uruguaya dentro de Uruguay contra el acuerdo entre Tabaré y las pasteras contaminantes.

Kirchner y Chávez
"Qué bien irán las cosas en Argentina que hasta Ratazzi se decidió a traer las inversiones de la Fiat", dijo Kirchner. Lo escuchaba el mismo gerente de Fiat junto al jefe de la Asociación de Bancos Mario Vicens y al gran empresario de la construcción Gregorio Chodos. Todos rieron demostrando el feliz momento de los empresarios en la Argentina: "el país necesita empresarios que puedan tener mucha rentabilidad. El éxito de los empresarios argentinos, va a ser el éxito de la Argentina toda", remató el presidente, en una vuelta de tuerca del viejo discurso neoliberal del "derrame" de la riqueza de los de arriba. En esta gran mentira se basa la política de conciliación de clases, cualquiera sea el ropaje retórico con que la recubran: si le va bien a la clase empresaria, les va bien a los trabajadores. Por el contrario, el 40% de la población de América Latina y el Caribe, es decir 209 millones de personas, se encuentra en la pobreza, y más de un 15%, 81 millones, en pobreza extrema o indigencia, apenas un 4% menos que en 2002, a pesar del fuerte crecimiento económico de toda Latinoamérica en estos años1 en los cuales la clase empresaria ha visto crecer geométricamente sus ganancias.
A pesar de las distancias que los separan, empezando por la política internacional, hay un punto de contacto esencial entre "el modelo argentino" de Kirchner (ya no habla más de "capitalismo nacional" dada la inocultable extranjerización de la economía) y el "socialismo del Siglo XXI" de Chávez: ninguno funciona sin empresarios. Justo al revés del socialismo.

1 Informe de 2006 de la CEPAL, un organismo proclive a las políticas neodesarrollistas de los gobiernos latinoamericanos.
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El PCR en el acto oficial

El PCR, que también participó junto al PTS y otras fuerzas de izquierda de la convocatoria frente a la embajada de EE.UU. en repudio a la visita de Bush, parece haberse contagiado del doble discurso-ambiente.
Desde su periódico Hoy llama abierta y acríticamente a participar del acto oficial del kirchnerismo en el estadio de Ferro: "El 9, acto en Ferro. ¡Fuera Bush imperialista! Bienvenido presidente Chávez. Unidad latinoamericana" son las consignas. Y rematan: "El 9, ¡que arda América Latina bajo los pies del imperialista genocida Bush!
La firma del PCR, de la CCC y la Cepa también aparece en la convocatoria oficial del acto junto a las de la Juventud Compromiso K (la del Tuta Muhamad, ¿no?), Barrios de Pie, Libres del Sur, CTA, Ate Capital (de quien la CCC dice ser opositora) y, claro, Hebe de Bonafini y Luis D’Elía. La convocatoria firmada por el PCR es clara sobre cómo y quién decidió el acto, su carácter oficialista: "En la reunión realizada en el auditorio de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, y ante la presencia de representantes del gobierno y la embajada de Venezuela...".
Con el estricto control del mismísimo secretario del presidente, Oscar Parrilli, la "operación maquillaje" del oficialismo consiste en auspiciar un acto con Chávez como orador central para mostrar a la Argentina con un perfil "anti Bush" ante el público progresista ante la proximidad de las elecciones y, de paso, pulsear en la pelea diplomática con Tabaré, que recibirá al yanky en Uruguay. Los llamados "movimientos sociales" K, tipo el de D’Elía, se aprestan a lavarle la cara "por izquierda" al gobierno, lo que, sin embargo, no les impide negociar puestos en la lista de candidatos encabezada por el derechista Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. El PCR –que desde luego llamará a "votar en blanco" como lo hace en todas las elecciones que siguieron a la que votaron por Menem–, sin embargo, ha aportado lo suyo a esta operación maquillaje del kirchnerismo.