21 de agosto
En su anuncio de la Ley de Pago Soberano del martes 19, Cristina Kirchner dijo la palabra “buitres” 11 veces.
Ese mismo martes, los delegados de base de la multinacional buitre Lear lograron ingresar a la fábrica, convertida en un campo de concentración. Un ejército de policías y gendarmes custodiaban a los “peligrosos” despedidos y sus familias. En su helicóptero sobrevolaba el flamante “Ministro de Trabajo” nacional y popular, el teniente Sergio ‘carapintada’ Berni. Adentro, otros policías y agentes privados buscaban impedir el ingreso de la comisión interna a las líneas. El cuarto gremial había sido desguazado. La patota del SMATA completaba el cuadro: con la venia de la empresa, amenazaba a los legítimos representantes obreros.
Las imágenes no son más que un reflejo del devenir del gobierno kirchnerista en su última etapa.