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MOVIMIENTO OBRERO

AUTOPARTISTA LEAR

El Smata contra Comisión Interna de Lear

Las miradas se buscan, se dicen no estar solos. La confianza en las palabras se labra en los hechos en la planta de Lear Pacheco. El paro del 20 votado en asamblea de los tres turnos no era un mero accidente sino la muestra de que los trabajadores y trabajadoras de esta autopartista querían ser quienes decidan realmente qué hacer.

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6 de diciembre 2012

Las miradas se buscan, se dicen no estar solos. La confianza en las palabras se labra en los hechos en la planta de Lear Pacheco. El paro del 20 votado en asamblea de los tres turnos no era un mero accidente sino la muestra de que los trabajadores y trabajadoras de esta autopartista querían ser quienes decidan realmente qué hacer.

Pero nada venía regalado. Si los tres turnos que votaban parar en su mayoría mostraron bronca ante el lazo sanguíneo de los verdes y la empresa, ésta bronca creció aun más ante la decisión de la misma de descontar premio y horas por adherir al paro. Ya de por sí esa amenaza fue barajada para frenar el paro, ante la cual los comentarios eran: “si nos descuentan la pudrimos”. Y así lo hicieron.

El engranaje se puso en movimiento. La comisión interna recorrió los turnos para discutir qué hacer ante tal atropello. El turno mañana se puso en alerta, la asamblea del turno tarde echó a andar la maquina: se decide parar de manera alternativa “los rotary”(corazón de la fábrica), lo que lleva a parar unas tres horas la planta. Las demandas: 1) Pago de los premios y horas de paro, 2) pase a planta de los 140 contratados (cosa que la empresa hace tiempo viene estirando) , 3) Plus de 100 horas a fin de año.

Los aprietes de la patronal sacados del arsenal apolillado de la historia: “vamos a descontar las horas, vamos a mandar cartas documentos”. La gerencia quiere romper por el lado débil, ellos lo saben bien. Mira con desprecio al contratado que se rebela y le pregunta su nombre y apellido. “Me llamo eventual Adecco”, responde desafiante el compañero.

La tensión del jueves y viernes no mengua. El martes la empresa redobla la ofensiva, echa a sus “perros” de la lista verde para que generen temor. Una escribana era utilizada para poner en movimiento la fábrica.
Nada es pacifico cuando los músculos se tensionan. Ni los forcejeos ni el canto de los verdes de “queremos trabajar” podían hacer girar los rotarys. La fuerza de la fábrica se erguía sobre ellos y ensombrecía sus semblantes haciéndolos tan solo simples carneros.

El peligro de que Ford Motor Pacheco parara ante la lucha de Lear generó la denuncia de la Terminal en el Ministerio de Trabajo. Por todos los medios se buscaba quebrar la moral de los trabajadores. Pero no lo lograron.

El jueves la patronal terminó firmando un acta donde se comprometió a pagar los premios y las horas del paro del 20N y asimismo las horas de los días que los trabajadores/as mantuvieron la medida de fuerza.
La burocracia del Smata se quedó con la sangre en el ojo y por eso lanzó un nuevo ataque a la organización de la fábrica: al cierre de esta edición quieren hacer una asamblea para decidir “Comision Interna Celeste o Sindicato”. Buscan apelar al lema: “el orgullo de ser mecánicos” para intentar convencer a los trabajadores de que su fuerza no es nada ante el “monstruo verde”. El fin es convencer que de seguir así Lear podría cerrar.

Nada fue Gratis

En los meses previos, los trabajadores tuvieron gestos como el de pegarse una cinta celeste. Esto era una muestra de apoyo a la Comisión Interna, conscientes que el sindicato buscaba destituirla.

El primer paso fue el intento de borrar de cuajo este proceso, pero la joven comisión Interna recibió un apoyo rotundo de los trabajadores. Luego vinieron las maniobras para intentar convencer a la gente de que no estaban al tanto de lo que pasaba en la planta, que todo iba a cambiar para así dividir a la interna. La luna de miel duro poco porque ante la decisión de los/as trabajadores/as ellos se mostraron del lado de la empresa.

Vuelven incansablemente con sus argumentos de que buscan disciplina. Ahora intentan convencer a los trabajadores de que están equivocados, que hacen mal, que la interna es un virus a extirpar antes de que el buen patrón se vaya y deje a todos en la calle. Por tal motivo decenas de activistas se han puesto en alerta para discutir los pasos a seguir ante el intento de la directiva del Smata de tomar represarías contra los delegados, porque como muy bien sintetiza uno de ellos: “si perdemos esta vamos a estar de rodillas, van a hacer de todo con nosotros… atacan a nuestros delegados porque son los únicos que pelean por los trabajadores”.

Cuando este periódico esté en la calle, se estaría realizando una asamblea general en Lear donde la burocracia del Smata intentará “convencer” a los/as trabajadores/as que están equivocados al apoyar a su Comisión Interna.

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