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Mundo Obrero

El Tabacal: la rebelión de los trabajadores azucareros

Luego de más de 15 días de lucha por aumento de salarios, los trabajadores del ingenio han retornado a sus puestos de trabajo iniciando la zafra. El Ministerio de Trabajo, en complicidad con la patronal, ha resuelto no levantar las suspensiones de los delegados combativos, quitando la tutela sindical y la empresa avanzó en el despido de los mismos.

11 de septiembre 2008

Luego de más de 15 días de lucha por aumento de salarios, los trabajadores del ingenio han retornado a sus puestos de trabajo iniciando la zafra. El Ministerio de Trabajo, en complicidad con la patronal, ha resuelto no levantar las suspensiones de los delegados combativos, quitando la tutela sindical y la empresa avanzó en el despido de los mismos.

Esta es una primera etapa de una dura lucha. Los trabajadores se enfrentaron, una vez más, a una patronal que cuenta con los servicios de la justicia, la gendarmería y el gobierno provincial, las 24 horas del día. Desplegaron una enorme energía, acompañados de sus valientes mujeres e hijos, realizando cortes de rutas, piquetes y toma de la planta. Enfrentaron amenazas, aprietes, ataques con piedras y palos. Hasta fueron fumigados por un avión de la empresa en presencia de Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo. Toda esta prepotencia y violencia patronal intenta evitar que los trabajadores levanten sus cabezas.

Acabar con la explotación en los ingenios

El Tabacal tiene toda una tradición explotadora. Propiedad del Presidente del Partido Conservador en los ’30, Robustiano Patrón Costas, desde hace 12 años es propiedad de capitales norteamericanos, la Seabord Corp. La empresa se jacta de la calidad de su azúcar “El Chango” y los modernos procesos de producción, mientras ofrece un aumento de salarios de $10, para mantener sus sueldos de pobreza. Ni que hablar de la terrible situación de los trabajadores contratados para la zafra, quienes viven reclutados en colonias en el campo, como a principios de siglo.

El nuevo activismo que comienza a surgir, necesita de nuestra colaboración para fortalecer sus músculos, lograr una sólida unidad entre los trabajadores de planta y del campo, prepararse pacientemente hasta vencer.

¡Todo nuestro apoyo a los trabajadores y el pueblo de El Tabacal!


DURA DENUNCIA DE UN TRABAJADOR DEL INGENIO

"Somos un material descartable"

LVO: ¿Cómo es la situación de los trabajadores del campo, de la zafra?

Tr: En el campo hay muchos problemas con el tema del medio ambiente, hay mucha inseguridad para los trabajadores. Nuestros dirigentes no hacían respetar ni cumplir los medios de seguridad mínima… Te cuento un caso que es muy reciente. A un capataz, empleado de convenio de la empresa, le entró un hongo de la cachaza (residuo del proceso de obtención del azúcar). En tres días este muchacho perdió la cornea, tuvo suerte de que lo llevaron de urgencia a Salta, y tuvo la suerte de encontrar un donante y en ese momento le hicieron el trasplante, sino este muchacho quedaba ciego. Es impresionante que esta cosa, este virus de la cachaza le comió la cornea.

Esta cachaza está tirada a cielo abierto, y acá en el pueblo hay cachaza tirada y desparramada por todos lados. Hay tiempo en los que no llueve, la tierra se suelta y es impresionante, no se puede respirar. Terminamos con dolores de garganta por tanta tierra suelta que hay. Los aceites se derraman y van al suelo, y con el tiempo van a las napas. Y es así también con el agua que se toma.

LVO: ¿Qué sucede con el agua?

Tr: Hace dos semanas atrás hubo cuatro trabajadores de cosecha mecánica internados en el hospital, porque tomaron agua del campo que les produjo unos cólicos. No se toman los recaudos suficientes y bueno, los muchachos fueron a parar al hospital y no le quisieron reconocer la parte de enfermo. Decían que no era verdad.

LVO: ¿Cuáles son las perspectivas de vida de los trabajadores?

Tr: Son muchas cosas que revientan al trabajador. El otro día trabajando en el campo, y el avión encima nuestro fumigando, la gente de la cooperativa plantando y el avión fumigando iba y venía.
Llega el momento en que el que se jubila no lo disfruta por el problema que trae el acarreado con el herbicida, fumigaciones y todo el trabajo. Es esto lo vergonzante de todo, y después los dirigentes que se venden por los derechos de los trabajadores. Que el trabajador se jubile y por lo menos que tenga el tiempo de vida para disfrutar de todo el tiempo en que trabajó, disfrutar de su jubilación con su familia. Hay gente que no llega a disfrutar un año de jubilación y se termina, por un montón de problemas. Y cuando uno se enferma pasa a ser un material descartable para esta empresa.

LVO: ¿Algo más que quieras contar?

Tr: Lo peor de todo esto es que nosotros en el campo siempre somos la parte más relegada, menos preciada y a la gente siempre se la envuelve, se le miente. Nunca se le lleva un papel firmado, nunca le llegan los acuerdos, ni los convenios colectivos. Ellos no saben por qué pasa una cosa, por qué se les descuenta otra, y por sus condiciones sociales siempre son maltratados tanto en el sindicato como en la obra social. Les descuentan lo que quieren y cuando reclaman les dicen: “qué te hacés problemas por 100 pesos, por 80 pesos”.
Y como la gente no tiene capacidad de levantar la voz, de ser atrevida, de ser prepotente como son ellos, agachan la cabeza y se van. Por eso esta gente es cada vez más vulnerable a ellos. Esto es lo vergonzante de todo esto.

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