El miércoles 10 hizo su acto la lista Camino Popular encabezada por Claudio Lozano (Unidad Popular) e Itai Hagman (Marea Popular), en el barrio de Balvanera. Arrancó el joven Itai, quien tras tantos años de gestión de bares y fotocopiadoras en la FUBA, comprensiblemente su oratoria no es lo que más desarrolló. Pero es lo de menos. A tono con su campaña gráfica, Itai interpretó a una juventud que habla de generalidades de forma naif y despolitizada. La incansable repetición de que proponen un “camino independiente y distinto” fue tan reiterativa como aburrida y vacía de contenido.

Que amplias franjas de jóvenes trabajadores estén culminando una experiencia con el gobierno que no ofrece más que precarización y crímenes sociales como en Once, para Marea no merece atención. Su único fin es hacer un discurso lavado que empalme con algún centroizquierdista desencantado y con un modelo de juventud que sólo aparece en 6-7-8 y en los despachos gubernamentales.

Marea tiene tan poca mística que hasta su latinoamericanismo los muestra cada vez más como parte de “lo viejo”. Las movilizaciones de gran componente obrero y juvenil en América Latina, como en Brasil y Chile, o la huelga general de la COB en Bolivia contra Evo, marcan “lo nuevo” en la región mientras estos jóvenes chavistas quedan desorientados como la “vieja izquierda” que apoya a gobiernos que enfrentan y reprimen las movilizaciones del continente.

Marea terminó aliada a Lozano, el mismo que se negó a cuestionar al caprilista Binner del FAP a nivel nacional.

El infalible orador dejó una perlita: convocó a ser parte de un nuevo camino popular, un camino independiente “para todos y todas” (como dice CFK), un chiste de mal gusto para más de uno que en 2008 marchó con la Sociedad Rural y ahora comparte el “mismo camino popular”.

En el cierre Lozano demostró que no tiene problemas con eso de la “diferencia de criterios”, o el denominado bolsadegatismo político, ya que ocupar el vacío dejado por la catastrófica deriva derechista de Pino Solanas parece ser el único objetivo del economista preferido del Papa Francisco.

En fin. El sojero kirchnersimo ya tiene lista y “camina distinto”.