El 1° de Mayo, mientras en Capital marchaban los piqueteros, los trabajadores de Zanon, de TDO, de Metrovías, etc, y se recrudecían los choques entre la resistencia iraquí y las fuerzas de ocupación imperialistas, "sesionó" en Mar del Plata el Congreso de la archiburocrática FUA, impulsado por la Franja Morada.
Si comenzamos este breve artículo desde aquí es para plantear que el movimiento estudiantil tiene grandes tareas para organizar sus fuerzas uniéndose con los trabajadores, enfrentando al gobierno y movilizándose contra el imperialismo. Por el contrario, el congreso de la federación fue el festival nacional del "rosqueo" de cargos, siendo reelecta como "reina" (presidencia) la agrupación radical.
El congreso planteó, en primer lugar, la recuperación de la Franja Morada (que ya había mejorado en Rosario) como representación de un espectro conservador de los universitarios, expresión a su vez de la clase media consumista que giró a la derecha en el marco de la recuperación económica. En segundo lugar, evidenció la crisis del proyecto de "recuperación" de centros a través de frentones con corrientes reformistas o gubernamentales, con el objetivo de acumular cargos y al margen de impulsar la organización y la politización estudiantiles. En este sentido, la participación de la izquierda, particularmente del PO y del MST, tuvo un doble demérito. Primero procuraron, para acceder a la presidencia, hacer un frente que iba desde el PCR-CEPA, hasta la Venceremos, los jóvenes K (!?) y ... ¡los menemistas de la JUP! Lo que se dice un "frente principista", basado en la arqueológica (y oportunista) división entre "derecha" e "izquierda".
Una vez que los kirchneristas rechazaron este "frente amplio" (ya que la Franja, junto al MNR y la JUP, ya había "votado" a puertas cerradas), las calculadoras del PO y el MST largaban chispas para sumar porotos y acceder a la Secretaría General, cosa que "lograron" uniéndose a la CEPA, el MUI-PC, Quebracho y otros. Esto confirma la adaptación del PO y el MST al régimen universitario y al reformismo.
En un balance alocado, PO, en vez de aceptar que legitimó un congreso a la medida del radicalismo, plantea que el gran triunfo fue no permitir que el gobierno divida la FUA (PO N° 849). Sin embargo, ratifican que convocaron a "la unidad" a las corrientes referenciadas en K (el mismo que aumenta las tarifas y envía tropas a Haití). Un disparate. Si no supiéramos que el PO y el MST participaron de las movilizaciones derechistas de Blumberg, estaríamos totalmente confundidos. Pero no lo estamos.
La política de En Clave ROJA
A Mar del Plata viajó una delegación de En Clave ROJA junto a compañeros del centro de Sociales de la UBA, dirigido por Oktubre, que reúne a En Clave ROJA con el PO, el MST, Viejo Topo y otros. Partiendo de que éste es uno de los pocos frentes que excluye a todas las agrupaciones que se referencian con K (a diferencia de la FUBA, donde codirigen PO, MST, la Vence y Cimarrones), la declaración de En Clave ROJA convocaba a las corrientes de izquierda a impulsar un bloque nacional para que "echar" a la Franja permita el desarrollo de un movimiento estudiantil autoorganizado, que se movilice contra el imperialismo, enfrente al gobierno junto a los trabajadores y pelee por las demandas de la universidad, imponiendo la democratización radical del régimen universitario. Los compañeros del PO y el MST, nos desoyeron y prefirieron rogarle a los kirchneristas. Nosotros afirmamos esta convocatoria. Seguiremos con este debate en los próximos números de LVO.