“La industria avícola entrerriana cierra negocios en el Sudeste Asiático, titulan esta semana los diarios de la provincia. Para cerrar los negocios con el aval oficial, los empresarios han embestido contra los trabajadores avícolas, que durante todo este año vienen intentando organizarse. Como hemos denunciando en La Verdad Obrera, este año fueron despedidos los delegados gremiales de la planta de Concepción del Uruguay, uno de los dirigentes fue encarcelado, y la planta estuvo custodiada por la policía para sostener la producción.

Hasta el día de hoy los delegados elegidos por la asamblea - Serafín Brunetti, Luciano Maspi, Carlos Blanco y Matias Obispo – no han podido retomar sus puestos. Los trabajadores denunciaron a La Verdad Obrera que la empresa se maneja con total impunidad. Sigue sin permitirnos entrar, aprieta a los compañeros y sigue despidiendo gente, la gente que nos ha apoyado. Además aumentaron los ritmos de trabajo”.

Los compañeros vienen pidiendo por la libertad gremial: el derecho a organizarse democráticamente contra la burocracia sindical que ha venido representado los intereses de los patrones. El colmo llegó cuando se enteraron que el secretario del Sindicato de la Carne era, además, dirigente de la CGT local y Secretario de Trabajo del gobierno justicialista.

Ahora el “viejo” Sindicato de la Carne fue echado por los trabajadores, y hoy los compañeros despedidos reclaman una respuesta del “nuevo” Sindicato, enrolado a nivel nacional con Silvio Etchehun. Seguimos peleando por la reincorporación. Cuando logramos organizarnos bajamos la noria, peleamos por mejores condiciones laborales y salariales, y eso a la empresa no le gustó.

Corresponsal