logo PTS

Mujer

Fusilada por lesbiana

El juicio al asesino de Natalia Gaitán, comenzado el 26 de julio en Córdoba, está por terminar. El lunes se leerá la sentencia. El fiscal pide 14 años para quien “mató como un perro” a la Pepa, como dice su mamá. Y así fue, la mató por ser lesbiana.

Laura Vilches

4 de agosto 2011

El juicio al asesino de Natalia Gaitán, comenzado el 26 de julio en Córdoba, está por terminar. El lunes se leerá la sentencia. El fiscal pide 14 años para quien “mató como un perro” a la Pepa, como dice su mamá. Y así fue, la mató por ser lesbiana.

Más allá de los años que le den a Daniel Torres, en ningún momento el fiscal quiso hablar de lesbofobia, el motor del disparo contra Nati. Y eso venimos reclamando desde el primer momento las distintas organizaciones como Pan y Rosas y la Juventud del PTS, porque bien sabemos que la lesbofobia, mata.
Pero inclusive, más allá del cómo falle esta justicia patriarcal en la que no tenemos ninguna confianza, pues es la misma que dio 8 años de cárcel al violador de Eli Díaz mientras ella sufrió 10 de abuso; que negó en tiempo récord un amparo al compañero trans Fernando Rodríguez, lo que importa es deslindar la cadena de prejuicios machistas que llevaron al brutal asesinato de “Pepa” Gaitán.

Córdoba es la “Córdoba de las campanas” del poeta A. Capdevilla, con un brutal peso conservador de la Iglesia Católica que se inmiscuye en la educación pública como vimos en la lucha estudiantil en 2010, negando el derecho a una educación sexual laica e integral que nos permita vivir libremente nuestra sexualidad. Es la misma Iglesia que se opuso a la aprobación del matrimonio igualitario y que movilizó a cientos de personas contra este elemental derecho. La misma que cada año despliega campañas contra el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.

Pero al mismo tiempo es la Córdoba que ahora De la Sota pinta de “progreso”, sí, el de los empresarios, mientras en las barriadas pobres la gente vive apiñada, sin servicios elementales, manejada por los punteros sin acceso a educación ni trabajo. Con la juventud trabajadora vuelta esclava de jornadas extenuantes y salarios miserables, en negro o precarizados como los trabajadores de call centers, la construcción, las autopartistas. En estas condiciones de vida y más allá de que la aprobación de la ley de matrimonio igualitario haya significado un pequeño gran paso, difícilmente puedan erradicarse los prejuicios que alimentan la discriminación a quienes disienten de los patrones sexuales impuestos y eligen vivir la vida acorde a su deseo.

El abogado defensor de Torres constantemente buscó afianzar estos prejuicios, sobre todo aquel de la lesbiana “provocadora” y “peligrosa”, ante la necesidad de exculpar al asesino ocultando lo evidente: que con su odio había habido, incluso, cierta premeditación: Torres había amenazado varias veces a Nati con “pegarle un tiro”.

En el relato de la familia de “la Pepa”, además del dolor y el cariño, salían a la luz las penurias que tenía que sufir por no ajustarse al mandato femenino y heterosexual: los “muchachos” del barrio la insultaban, no conseguía trabajo en blanco, la policía la detenía por su apariencia “masculina”.

Por eso es importante que Torres sea juzgado por lesbofobia. Pero también somos conscientes de que será imposible liberarnos de la opresión si no tiramos abajo este sistema donde patrones, políticos, Iglesia azuzan prejuicios retrógrados para dividirnos y explotarnos mejor. Urge entonces que este caso sirva para poner en pie un gran movimiento LGTB que luche en las calles contra la homo-lesbo-transfobia y por separar ya a la Iglesia del Estado. Este homicidio no puede ser uno más, tiene que quedar claro que el motor es el desprecio hacia la diversidad sexual, alimentado por la Iglesia que este Estado mantiene.

Natalia “Pepa” Gaitán

¡PRESENTE!

por Laura Vilches, candidata a Legisladora provincial (Córdoba)

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: