Andrea Viera, fue torturada y asesinada en la Comisaría 1ª del partido de Florencio Varela. El lunes 12 de junio, dio inicio el juicio en el Tribunal N° 3 de Quilmes. Acompañando a los familiares de Andrea, se hicieron presentes Liliana Cerviño madre de Damián Rosende, Lilian Perrone la mamá de Kevin Sedano, Carla Lacorte y Madres de Plaza de Mayo de Quilmes, entre otros. Además organismos de derechos humanos, CEPRODH, Ferroviarios de la Lista Bordó de Metropolitanos, PTS, PO.
 El 10 de mayo del 2002, Andrea Viera y su pareja Gustavo Cardozo se encontraban en la estación de Cevallos cuando fueron interceptados por un operativo policial. La cabo Jorgelina Oviedo, el oficial principal David Gutiérrez, el suboficial inspector Diego Herrera, el suboficial principal Carlos Maidana y el agente Oscar Farias, sin pedirles identificación, los detuvieron por averiguación de antecedentes. Luego fueron trasladados a la Comisaría 1° de Florencio Varela, donde fueron separados y torturados durante cuatro horas.
 Andrea fue trasladada al Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela, y fallece el 22 de mayo luego de doce días de estar en estado de coma. A partir de esto su hermana Eugenia comienza a transitar por el camino de la lucha constante, junto a otros casos de gatillo fácil, represión, impunidad, organismos de derechos humanos y movimientos de trabajadores. Entendiendo que la lucha es la misma, porque la justicia finalmente avala a los asesinos del pueblo trabajador.
 El tribunal está conformado por los jueces Anache, Topalián y Portunato; que son los mismos que absolvieron al oficial José Salmo, en el caso de gatillo fácil de Carla Lacorte. En esta primera audiencia, prestó declaración el principal testigo y víctima Gustavo Cardozo, pareja de Andrea. Además este tribunal perdió el video de la autopsia, otra de las pruebas principales para el juicio contra los policías implicados.
 Después de cuatro años de movilizaciones se logró que los oficiales jefes a cargo de este destacamento, Oscar Sita y Rafael Ominelli se los declararan prescindibles en sus funciones. Es necesario acompañar, y estar atentos a lo que suceda durante el juicio para evitar que termine impune como los más de 1.700 casos de gatillo fácil denunciados.