Es desconocida en el país la difícil situación que viven miles de trabajadores en la provincia de San Luis frente los despidos interminables que llevan adelante los empresarios para "responder a la crisis". En los últimos meses han habido una serie de despidos y conflictos en importantes empresas de Villa Mercedes y San Luis capital. Pero a diferencia de otras provincias como Córdoba, no se ha dejado trascender nacionalmente las duras luchas obreras que se desarrollan en esta provincia.

Esta es la situación de los obreros de la empresa Tersuave, líder en el mercado de pinturas del país, que llevan más de un mes resistiendo los despidos discriminatorios de 12 empleados de la empresa, con su delegado gremial, y un lock out patronal que ha paralizado la planta de fabricación dejando a 150 obreros suspendidos sin cobrar sus salarios.
La empresa había planificado los despidos de trabajadores opositores a la dirigencia del sindicato de la pintura, la burocracia de Zambelletti, enquistada en el gremio desde la década del ’70 (época en que denuncias de organismos de derechos humanos lo señalan como planificador del asesinato de delegados opositores por la Triple A).
Los obreros sorprendieron a los “representantes” gremiales negociando a sus espaldas a 40 kilómetros de la empresa, hecho que provocó el repudio de los trabajadores sobre el sindicato. La empresa despidió al otro día a estos trabajadores, demostrando públicamente su convivencia con el sindicato. El personal de la fábrica se opuso a los despidos de sus compañeros, declarándose en asamblea permanente.
El Programa de Relaciones Laborales del gobierno provincial dictó una conciliación obligatoria, que exigía retrotraer los despidos y la empresa en lugar de acatarla declaró un lock out ofensivo el pasado 3 de marzo impidiendo el ingreso de todo su personal.

La empresa Tersuave cumplió este mes sus 50 años, con generosos festejos reflejados por la prensa, mientras sus 150 empleados se encontraban sin poder trabajar ni cobrar su salario. “Bodas de oro, corazones de hierro”, “Tus festejos son nuestro sufrimiento” rezan los carteles en las carpas de los trabajadores. La provincia de San Luis le proporcionó 20 años de promoción industrial libres de impuestos, permitiéndole incluso cambiar su razón social a “Disal” para seguir manteniendo estos privilegios trampeando la ley. Ésta es la forma en que la empresa le devuelve años de trabajo, ganancias récord y una producción mensual de 3 millones de litros que alcanzan para cubrir un mercado interno aproximado al de Uruguay. Sostenida por obreros que en lugar de 6 horas diarias como indica la ley, deben trabajar 9 gracias al convenio “comprado” al sindicato, en condiciones de declarada inseguridad, exposición al tolueno, al metano y al plomo, por un sueldo que hasta el 2005 no superaba los 700 pesos mensuales.

Los obreros se mantienen resguardando las instalaciones de la empresa, ante indicios de que la patronal quiere comenzar a retirar la maquinaria y el stock de producción. Y han realizado dos grandes movilizaciones con el apoyo de la comunidad mercedina. Desde entonces ni el gobierno provincial, ni el Ministerio de Trabajo han hecho alguna intervención seria para garantizar el cumplimiento de las leyes vigentes, y las familias de los trabajadores sienten en sus hogares la falta de los salarios adeudados por la empresa. Los obreros exigen la inmediata reapertura de la empresa y la reincorporación de todos los despedidos.

CeProDH - Centro de Profesionales por los Derechos Humanos

6 de Abril de 2008