29 de agosto
Nada bueno podía venir de una Constitución remendada por un acuerdo reaccionario y antidemocrático como lo fue el Pacto de Olivos, sellado entre Carlos Menem y Raúl Alfonsín con los auspicios de Luis Barrionuevo y Enrique “Coti” Nosiglia en medio del auge del neoliberalismo, las privatizaciones y una histórica entrega nacional. Un Pacto que solo tenía como fin la reelección del presidente riojano
29 de agosto
El 24 de agosto de 1994 se juraba en Concepción del Uruguay, la Constitución aprobada, en la ciudad de Santa Fe, por la Asamblea Constituyente. El debate sobre la reforma constitucional se había impuesto en la agenda pública a partir de la necesidad de Carlos Menem de conseguir la reelección, vedada por la Constitución de 1853.